Valentina Francois, Daniela Zambrano, Elena Dimodi y Diario Arlia, fueron víctimas de un abuso policial en Puerto Morelos, únicamente por aplicar su derecho a manifestarse en contra de una obra plagada de irregularidades y corrupción.
A Valentina incluso los agentes policíacos la azotaron contra el suelo y le arrancaron mechones de su cabello. Estuvo cuatro horas incomunicada, prácticamente desaparecida, hasta que por fin su novio tuvo noticias de ella en el Ministerio Público.
Todo inició en octubre del año pasado, cuando la presidenta municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, anunció la remodelación del Parque del Casco Antiguo de la cabecera municipal, para lo cual se invertiría 19 millones de pesos.
De inmediato asociaciones civiles como “Puerto Morelos Sustentable” y “Voces Unidas por Puerto Morelos”, alzaron la voz, pues la alcaldesa no presentó ningún estudio que justifique esa inversión, así como tampoco transparentó el origen de esos recursos, ni qué empresas se encargarían de la obra, o el desglose de los gastos para verificar que no se inflaran los costos.
Laura Fernández hizo caso omiso a sus solicitudes. Desde entonces, estuvo desalojando a los 150 vendedores y artesanos que en ese lugar se ubicaban. El confinamiento por la contingencia por el Covid-19 le “cayó” como anillo al dedo, diría Andrés Manuel López Obrador.
Desde el pasado domingo, comenzó a llegar la maquinaria para comenzar los trabajos de remodelación. Vecinos, activistas y académicos hicieron guardia desde entonces para evitar el inicio de la obra sin que antes se aclaren sus dudas.
Este cinco de junio varios se replegaron por las lluvias. Y entonces las autoridades municipales aprovecharon para comenzar a destruir la infraestructura del lugar.
Pobladores llegaron de inmediato para manifestarse de manera pacífica. Algunos de ellos lanzaron reclamos subidos de tono. Y ese fue el pretexto perfecto para que la policía municipal cercara el lugar.
“Intentamos detenerlos por su seguridad. La obra cuenta con la aprobación del Cabildo de Puerto Morelos para mejorar la imagen urbana de la zona, pues la misma gente lo ha solicitado. Tuvimos que utilizar la fuerza para evitar que los manifestantes sufrieran alguna lesión grave cuando la maquinaria comenzó a operar. No queríamos otra tragedia”, dijo el secretario general del Ayuntamiento, Miguel Ángel Zetina Cuevas.
Pero la población local tiene otros datos. Y los videos del momento los respaldan.
Cinco de los casi 30 manifestantes fueron agredidos por los elementos policíacos. A uno de ellos lo azotaron contra las cortinas de un negocio cercano. A otra, a Valentina, la arrastraron de los cabellos.
Ni los gritos de abuso policial hicieron eco en las “fuerzas del orden”. Las personas que mencionamos en un principio fueron subidas a la Patrulla Municipal, pero no fueron llevadas directo al Ministerio Público.
Los amenazaron en un camino cercano antes de presentarlo ante un juez calificador. Algunas de las víctimas aseguran que fueron golpeadas en las costillas y en las piernas.
Por esta situación, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo ya inició una investigación de oficio por abuso policial.
Mientras tanto, la magna obra de Laura Fernández continúa su curso.
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