PT y PRD, vidas paralelas, podrían perder su registro en 2024

La última palabra

Por Jorge A. Martínez Lugo

  • • PRD perdió registro en 19 Estados y el último de “Los Chuchos” lo está sepultando.
  • • PT sobrevive por su “renta de vientres” a Morena; Alberto Anaya, único dirigente en sus 34 años, está ocupado en sus negocios

Hay elevada posibilidad de que los partidos del Trabajo y de la Revolución Democrática pierdan sus registros en estas elecciones 2024.

EL ÚLTIMO DE LOS CHUCHOS: ZAMBRANO
El PRD se ha desfondado en las últimas elecciones, sobre todo después de la ruptura con Andrés Manuel López Obrador en 2012; aún en alianza, su promedio de votación apenas alcanza el 3% por lo que en 19 estados ha perdido su registro.

En realidad no pierde su registro, porque es nacional, pero en los 19 Estados donde no alcanza el 3% ha dejado de recibir sus prerrogativas, es decir, ya no recibe recursos económicos.

La reciente desbandada de su coordinador en la Cámara de Diputados, Luis Espinosa Cházaro, junto con Marcelino Castañeda y Laura Fernández, tuvo especial impacto en Quintana Roo, ya que no contará con los vitales votos que le pudiera otorgar la ex alcaldesa de Puerto Morelos.

Si el PRD va solo, no alcanzaría el 3% y Quintana Roo sería el Estado 20 en perder su registro, por lo que no se descarta la desaparición del partido del sol azteca, por el autocanibalismo de sus propias tribus, principalmente la de “Los Chuchos”, el últimos de los cuales, “Chucho” Zambrano, terminará de enterrarlo. Nació en 1989, por lo que su vida sería de 35 años.

LA RENTA DE VIENTRES DEL PT
El Partido del Trabajo nació en 1990, en dos ocasiones ha perdido su registro y por milagro logró recuperarlo mediante litigios; la primera vez fue en 1991, pero Carlos Salinas salvó su creación, porque nació precisamente para dividir a la izquierda aglutinada entonces en el PRD.

La segunda vez que perdió el registro fue en 2015, pero un litigio en un distrito electoral federal en Aguascalientes, le permitió alcanzar dramáticamente el 3%.

En 2018 su alianza con AMLO le ha dado vida artificial, pero su dueño y único dirigente que ha tenido, Alberto Anaya, se ha dedicado a enriquecerse teniendo como base Nuevo León, donde su esposa, María Guadalupe Rodríguez, fue investigada en 2017 por presunto lavado de dinero al detectarse un depósito de cien millones de pesos en su cuenta personal.

A lo largo de los años han operado en familia, unos 80 Cendis o guarderías en 18 Estados del país, como plataforma para recibir cuantiosos subsidios, además de la Universidad de Nuevo León “Emiliano Zapata”, desde donde también presuntamente “lavan” ingresos.

Su relación con Morena a partir de 2018 es mediante la “renta de vientres” que consiste en postular candidatos morenistas y hasta verdes, disfrazados de petistas, para abonar a la sobre representación de la 4T en los congresos locales.

Aún así, su votación siempre está en los límites de subsistencia y sólo alcanza el 3% por los votos de sus candidaturas de “vientres rentados” que, sin embargo, puede no serle suficiente en las elecciones del 2 de junio próximo.

En sus vidas paralelas, el PT, que nació como cuña salinista contra el PRD, morirán juntos; esa es la historia, pero usted tiene y tendrá la última palabra.

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