CHETUMAL.- La zona arqueológica de Oxtankah, localizada en la porción sur de Quintana Roo, reabrirá pronto al público con un innovador circuito que llevará a los visitantes por un recorrido cronológico de la que fuera la ciudad más grande e importante de la bahía de Chetumal, empezando por las áreas habitacionales más antiguas, hasta concluir en la capilla del siglo XVI, que se erigió al norte del sitio, como referente del arribo hispano al lugar, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Un equipo del instituto está a pocas semanas de concluir tareas que han contado con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), las cuales han consistido en recuperar áreas que estaban aisladas del circuito de visita, para conformar un corredor que permita entender la evolución del asentamiento ubicado aproximadamente a un kilómetro de la orilla de la Bahía de Chetumal, por lo que la reapertura de la zona se ha planeado para el mes de junio.
El director del proyecto arqueológico que ejecuta la Secretaría de Cultura federal a través del INAH, Luis Raúl Pantoja Díaz, explicó que se trabajaron unidades habitacionales y se complementaron áreas de excavación que estaban pendientes desde las iniciativas que encabezaron Fernando Cortés y Hortensia de Vega en los años 80 y 90 del siglo XX, respectivamente.
“Con esto hemos dado estabilidad a los edificios; aparte, se modificaron senderos que dañaban algunos montículos, y creamos rutas alternas”, señala el especialista.
De esta manera, con el nuevo circuito de visita se transitará de la época prehispánica, a través de las plazas y conjuntos Columnas, Abejas, Tortugas, Serpiente y Kanjobal, hacia la ocupación colonial, con la capilla del siglo XVI, símbolo de la fundación del pueblo de Oxtankah, una de las tres capillas que, junto con las de Boca Iglesia, al norte de Quintana Roo, y Dzibilchaltún, Yucatán, están en entorno prehispánico.
Pantoja Díaz refiere que a lo largo de estas labores se han dado descubrimientos significativos: por ejemplo, en el área intermedia del sitio se consolidó un montículo que corresponde a una unidad habitacional de élite, al cual se le nombró tok’, piedra dura en lengua maya, donde se registraron los entierros de dos individuos colocados en posición sedente, y a los que se acompañó con ofrendas cerámicas que pueden fecharse para el Clásico Temprano (250-600 d.C.).
Asimismo, durante la consolidación de la Subestructura 1 del Monumento VI, en Plaza Columnas, se halló una urna de piedra que contenía una ofrenda de puntas de lanza elaboradas en sílex y cuya temporalidad también corresponde al Clásico Temprano.
En tanto, fragmentos de al menos siete incensarios-efigie fueron descubiertos asociados a osamentas incompletas, en los altares D, E y F, localizados al frente de la Pirámide I de Plaza Abejas, los cuales datan del Posclásico, hacia 1,100 d.C.
Cabe mencionar que Oxtankah fue explorada por vez primera hace 111 años por Raymond Merwin y, ahora el INAH considera que tendrá un resurgimiento, con el trabajo realizado por el grupo interdisciplinario encabezado por Luis Pantoja, a quien auxilian en campo Maribel Gamboa y Joaquín Venegas, además de Zureli Medina, Víctor Ley, Donato Martín, Miguel Cauich, Vanessa Cen y cerca de 70 trabajadores de las comunidades cercanas.