Por David Colmenares Páramo
A finales del año 2020, en la ASF, iniciamos una serie de encuentros con otras entidades de Fiscalización Superior, principalmente de Centroamérica y del cono sur –miembros de OCCEFS y OLACEF-, con el propósito de promover la buena gobernanza y apoyar el desarrollo de capacidades, a través del intercambio de buenas prácticas, experiencias exitosas y la colaboración entre pares, y con ello, dinamizar el control gubernamental y favorecer el proceso de recuperación de la pandemia del COVID-19.
En el marco de estos encuentros, hace unos días de febrero, recibimos a las delegaciones de la Contraloría General de la República de Chile, liderada por el Dr. Jorge Bermúdez Soto, Contralor General de la República de Chile y Secretario Ejecutivo de OLACEFS, así como de la Contraloría General de Cuentas de la República de Guatemala, por el Dr. Edwin Humberto Salazar Jerez, Contralor General de Cuentas de la República de Guatemala y Presidente de OCCEFS. Además, contamos con los comentarios del presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) y de Lourdes Morales, coordinadora de la Red por la Rendición de Cuentas, quien nos apoyó como moderadora.
En estos encuentros tenemos la oportunidad de compartir conocimientos y acciones novedosas e innovadoras emprendidas por las EFS en el desafiante contexto de la crisis sanitaria. En este escenario, las EFS de Guatemala y Chile, al igual que la ASF, implementaron una serie de medidas para garantizar la continuidad de su labor y generar valor, sin sacrificar la salud de su personal.
En especial, como lo muestran las experiencias tanto de la ASF como de las Contralorías de Chile y Guatemala, las nuevas tecnologías fueron un factor clave para reaccionar a las situaciones imprevistas generadas por la emergencia. Por ejemplo, la EFS de Guatemala emprendió un proceso de fortalecimiento del Sistema Nacional de Control Interno Gubernamental a través, entre otras acciones, de la adopción de sistemas de comunicaciones electrónicas para el control gubernamental, un sistema para la presentación en línea de las declaraciones patrimoniales de los servidores públicas y un sistema informático para las Unidades de Auditoría interna. Asimismo, aprobó nuevas normas y manuales de auditoría gubernamental y promovió la auditoría social.
Por su parte, la Contraloría General de la República de Chile avanzó en su proceso para consolidarse en una organización impulsada por datos. A través de una estrategia cuidadosamente planeada, la EFS de Chile ha adoptado un nuevo enfoque de fiscalización a través del uso de datos e inteligencia artificial, que le ha permitido desarrollar innovadoras herramientas para analizar y detectar conflictos de intereses, utilizar el control geoespacial para detectar construcciones en lotees irregulares, verificar las compras públicas relacionadas con la pandemia de COVID-19 y los procesos de contratación pública con empresas de reciente creación.
Todas estas acciones tienen un hilo conductor que produzca información objetiva y útil, indispensable para la correcta toma de decisiones, que genera valor y contribuye a mejorar la administración y, en última instancia, guiar cambios positivos promoviendo el uso eficiente de los recursos y la mejora en el desempeño de las instituciones y las políticas destinadas a atender temas prioritarios como la salud, la educación, la gestión de desastres, la protección del medio ambiente y el desarrollo de obras públicas de gran impacto. Con todo ello, elevamos los estándares de rendición de cuentas, transparencia, fortalecemos nuestros sistemas democráticos y, especialmente, mejoraremos la calidad de vida de la población.
11 DE FEBRERO DE 2022