
La cosa pública
Por José Hugo Trejo Figueroa
El máximo orquestador político y titiritero mayor de gran parte de los integrantes del poder público y privado en Quintana Roo desde hace dos décadas es Jorge Emilio González Martínez, mejor conocido como El Niño Verde. En consecuencia, es también el que más beneficios económicos y políticos le saca a la aleación partidista Morena-PVEM, como lo hizo en los tiempos del priismo peñista.
El heredero de Jorge González Torres y sobrino del “Doctor Simi”, desde 2002 encontró su nicho político en Quintana Roo, cuando junto con Juan Ignacio García Zalvidea, conquistó la presidencia municipal de Benito Juárez, arrancándole así al priismo el control del principal polo turístico del país, Cancún. Desde entonces ha sido una figura determinante para la política estatal, con mayor influencia incluso que los gobernadores con los que ha tratado desde Félix González Canto a Roberto Borge Angulo.
Ahora, aunque no lo reconocen abiertamente, El Niño Verde es el jefe político de casi todos los presidentes municipales, una buena cantidad de diputados locales y federales, senadores, así como de integrantes del gabinete estatal en posiciones clave.
Es una especie de “Sombra del Caudillo” a la quintanarroense.
Por eso no puede ser otro el que esté moviendo los hilos que guían los movimientos y las decisiones de un presidente municipal tan chiquito e imberbe en lo político, como Diego Castañón Trejo.
Desde su paso como tesorero en la administración de Marciano Dzul Caamal entre 2021 y 2022, hasta su ascenso como alcalde y figura en proyección para 2027, Castañón Trejo ha sido uno de los proyectos que impulsa el dueño del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), una de las franquicias políticas más lucrativas y adaptables del sistema mexicano.
La relación de Castañón Trejo con el propietario del Verde no es nueva. Data de antes de 2016, cuando se desempeñó como representante del partido en Tulum. En aquellos años también estrechó lazos con el entonces priista y jefe político local Marciano Dzul, quien le abrió el camino a la política municipal y al manejo presupuestal.
Castañón Trejo fue la pieza unión entre Marciano Dzul y Jorge Emilio. No necesariamente fue el facilitador de los acuerdos, pero sí estaba en el lugar indicado y reunía las características idóneas de los mozalbetes que maneja El Niño Verde en la estructura de su partido. Por eso lo insertó primero como candidato suplente de Marciano Dzul en la planilla del PRI que perdió en la elección municipal de 2018.
En las elecciones estatales y municipales de 2021, “El Niño Verde” logra posicionar como abanderado de la coalición Morena-PVEM a Marciano Dzul, con Castañón Trejo como su suplente. A cambio, el joven operador recibió dos recompensas clave: la Tesorería Municipal y la candidatura como presidente suplente.
Ese fue el costo del ingreso de Dzul al proyecto de la llamada Cuarta Transformación en Tulum: someterse a la voluntad política de El Niño Verde y compartir el poder real con él, al imponer a Castañón Trejo en la Tesorería Municipal y el manejo de los negocios en los servicios públicos municipales, específicamente en la recoja de la basura, a través de Red Ambiental, y los negocios inmobiliarios en los que está involucrado el ahora alcalde tulumnense.
La suerte le sonrió a Castañón Trejo, pero más a su patrón Jorge Emilio González Martínez, con la muerte de Marciano Dzul, porque sin el carismático líder maya, se quedaron sin resistencia alguna para apoderarse del control absoluto del gobierno municipal y los negocios que se derivan del mismo.
De esa manera Jorge Emilio González, un político sigiloso, calculador y con conexiones profundas tanto en la política como en el sector empresarial, sin mucho aspaviento logró hacerse del control de un municipio clave para la expansión económica y turística del sureste mexicano.
Controlar Tulum, con su crecimiento desbordado, su anarquía urbana y su potencial como botín político, no es poca cosa. Y hacerlo a través de piezas obedientes, como Diego Castañón Trejo, lo posiciona para seguir moviendo los hilos del poder verde rumbo a la contienda estatal del 2027.