Escuelas indígenas, en el abandono por migración y falta de recursos

JOSÉ MARÍA MORELOS.- La educación indígena en el municipio ha vivido una disminución sostenida durante los últimos quince años. Desde 2010, al menos una decena de escuelas de nivel básico cerraron definitivamente sus puertas en comunidades rurales, arrastradas por la migración interna y el debilitamiento del sistema educativo especializado en lenguas originarias.

En su momento, aproximadamente el 30% de los planteles de educación básica en el municipio eran atendidos por el sistema indígena. Hoy, muchos de ellos han sido sustituidos por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), mientras que otros han quedado completamente abandonados o convertidos en bodegas improvisadas.

Uno de los primeros planteles en clausurar actividades fue la primaria indígena “Pípila”, ubicada en la comunidad de Santo Domingo. Ahí, la disminución drástica de la población —de 15 familias a solo una— hizo inviable mantener el servicio. El profesor jubilado Demetrio Flota Medina fue testigo de ese cierre. “La matrícula cayó por debajo del mínimo necesario. Sin al menos 15 alumnos, no se puede justificar la permanencia de un maestro”, explicó.

Situaciones similares se repitieron en Mariano Matamoros, donde la primaria “10 de Diciembre” cesó operaciones por la misma razón. Juan Carlos Huchin Serralta, último docente en el plantel, relató que el número de estudiantes se redujo de forma continua, hasta que el sistema indígena dejó de cubrir el servicio y el inmueble quedó sin uso.

Entre 2012 y 2020, otras escuelas afectadas fueron las primarias “Vicente Guerrero”, “Belisario Domínguez”, “Rafael Ramírez”, “Benito Juárez” y “Cuauhtémoc”, distribuidas en distintas comunidades rurales. En varios casos, también los preescolares indígenas se vieron desatendidos, aunque sin registros claros de su cierre formal.

Según datos de la plataforma Escuelas México, actualmente hay 188 centros educativos en José María Morelos. De ellos, 37 funcionan bajo un esquema comunitario atendido por Conafe, incluyendo comunidades como El Martirio, San Antonio Tuk, La Carolina y Aguada La Presumida. Sin embargo, algunas localidades, como Rancho Viejo y Javier Rojo Gómez, ya no cuentan con presencia institucional, a pesar de que aún figuran en el registro.

Luis Pech, autoridad en Mariano Matamoros, confirmó que la migración ha sido el principal factor en la desaparición de las escuelas. “La gente busca empleo y mejores servicios en la cabecera municipal. La comunidad que tenía más de 50 familias hoy apenas conserva cuatro”, detalló.

Mientras tanto, los docentes del Conafe —en su mayoría jóvenes becarios— se han convertido en el principal sostén educativo en comunidades aisladas. Orlando Balam, coordinador local del programa, informó que el organismo atiende a 700 estudiantes en niveles desde educación inicial hasta secundaria. A pesar de las limitaciones, asegura que las familias valoran el esfuerzo.

En 2024, el gobierno destinó más de 40 millones de pesos a la mejora de infraestructura educativa en el estado. No obstante, especialistas advierten que la inversión no compensa la pérdida del sistema indígena, cuya desaparición representa un golpe cultural profundo para las comunidades mayas.

Fuente: Cambio22

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