
Signos
Cuando la Justicia se disputa en una guerra política la gana, claro está, quien más poder tiene.
¿Es justo?
Es lo de menos.
Siempre ha sido y sigue siendo así. Y si el poder político y sus eventuales poderosos lo niegan es porque la innegable verdad no es lo suyo sino su reverso: la podrida demagogia que la encubre.
Y así: ¿era nociva la Ministra Norma Piña, servidora de la oligarquía? Sí. Tanto como de importante formación y trayectoria jurisdiccional.
¿Es mejor quien será su relevo en la Suprema Corte, Hugo Aguilar, fiel obradorista y sin mayores formación y trayectoria jurisdiccional?
He ahí la cuestión.