SpaceX rechaza acusaciones de México sobre contaminación con basura espacial en frontera

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WASHINGTON.- La empresa SpaceX, del multimillonario Elon Musk, refutó la acusación mexicana de contaminar la zona fronteriza con Estados Unidos con restos y componentes de lanzamientos espaciales.

“Como se indicó anteriormente, no existen riesgos para el área circundante. Pruebas independientes previas realizadas a los materiales dentro de la nave Starship, incluyendo análisis de toxicidad, confirman que no representan riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos”, dijo SpaceX en un comunicado publicado en X, también propiedad de Musk.

El miércoles, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum afirmó que los lanzamientos de la nave espacial Starship, en particular los más recientes que terminaron explotando, habían contaminado la zona fronteriza con escombros.

Según el comunicado, SpaceX intenta recuperar los escombros relacionados con pruebas fallidas, que siguen siendo propiedad de la compañía, pero estas tareas se ven obstaculizadas por terceros no autorizados.

“Hemos solicitado asistencia local y federal del Gobierno de México para la recuperación de los escombros relacionados con anomalías, ofrecido recursos y asistencia para la limpieza, y hemos solicitado la validación del derecho de SpaceX a realizar operaciones de recuperación”, dijo la empresa.

La compañía agregó que espera la cooperación con el gobierno mexicano para devolver los restos lo antes posible.

La presidenta Sheinbaum dijo el miércoles que se está haciendo una revisión de los impactos y qué leyes internacionales estaría violando la empresa.

Las autoridades mexicanas investigan la llegada de 12 tanques del cohete propulsor de la Starship que terminaron en la playa Bagdad, en la ciudad de Matamoros, y de la caída de restos de metal y componente en el río Bravo, así como sobre cultivos y tierras de pastoreo en la localidad, tras la explosión el pasado 19 de junio del prototipo 36 de la nave con la que Musk quiere llegar a Marte.

La ciudad y base de SpaceX, llamada Starbase, se ubica a 40 kilómetros de la frontera con México, sobre el Golfo de México.

Tras la explosión del cohete Elon Musk, aseguró que no había riesgo para las poblaciones cercanas. Pidió a la gente que no intentara acercarse al lugar.

Fuente: La Jornada

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