CARLOS MARIO Y EL PVEM, CÍNICOS MERCENARIOS DE LA POLÍTICA

Luego de año y medio fuera de la escena política, tras concluir un mediocre periodo como diputado local, Carlos Mario Villanueva Tenorio reaparece ahora bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México, que lo designó como su delegado en la zona sur de la entidad sin tomarle la menor importancia a su negro historial como alcalde de Othón P. Blanco, Municipio que dejó en la ruina hace casi 10 años al negociar un empréstito de 272 millones de pesos y aumentar en mil millones la deuda de la concesión de luminarias LED. No es ninguna sorpresa, sobre todo porque, para el saqueo y la opacidad los del verde se pintan solos, como se ha visto ya en personajes como Remberto Estrada Barba y Laura Fernández Piña en Benito Juárez y Puerto Morelos, respectivamente. Carlos Mario es el ejemplo perfecto de que de poco o nada sirve tener un marco jurídico para castigar el desfalco a las administraciones públicas si este no sirve para castigar a los responsables y sí, por el contrario, protege a los delincuentes.

Javier Ramírez

Como si nada hubiese pasado, Carlos Mario está de vuelta en la escena política local. Sólo el Verde Ecologista de México, especializado en recibir a cuanta paria de la política se le cruza en frente, podía darle otra oportunidad.

Y es que el desfalco que cometió durante su administración en el Municipio de Othón P. Blanco quedó impune, pese a que a se detallaron irregularidades financieras por unos 200 millones de pesos. La propia Auditoría Superior del Estado de Quintana Roo (Aseqroo) realizó observaciones de la cuenta pública de 2012 por 140 millones de pesos, pero no hubo castigo para él ni para sus cómplices, responsables de la quiebra financiera que se resiente hasta el día de hoy.

Pero es posible que en esta ocasión la decisión de incluirlo en el Verde Ecologista termine por restarle fuerza en lugar de atraer votantes, principalmente si, como todo indica, se convierte en candidato a una diputación federal.

Nueva “estrella” del Verde

El pasado 23 de septiembre, el dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la entidad, José de la Peña Ruiz de Chávez, presentó en conferencia de prensa celebrada en Chetumal al exedil y exdiputado local Carlos Mario Villanueva Tenorio como delegado de dicho partido en la zona sur del Estado.

Cuestionado sobre la razón de su adhesión al Verde, Ruiz de Chávez rechazó que se trate de un “matrimonio por conveniencia” para atraer a los simpatizantes de su padre, Mario Ernesto Villanueva Madrid, quien ha visto incrementar su fuerza política en los últimos meses en Chetumal.

Aseguró que la llegada del ex militante del Partido Encuentro Social tiene el objetivo de dar resultados a la población en los Municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, razón por la que también invitó a la empresaria y gestora social Tania Casa Madrid, quien se perfila como candidata del partido a la presidencia municipal de Bacalar.

Por su parte, Villanueva Tenorio aclaró que aún no militaba en el Verde, aunque en los siguientes días haría oficial su afiliación porque, dijo, “no por nada Villanueva se escribe con v de verde”.

Comentó que en todos los partidos políticos hay crisis por la falta de credibilidad ciudadana, pero que su trabajo le permitirá cosechar resultados dentro del Verde.

Y es que, su nuevo encargo lo vuelve candidato natural a contender por la diputación federal del Distrito 02, en las elecciones del próximo año.

Desfalco, impune

Pero a pesar de lo que pueda decir, Villanueva Tenorio es, sobre todo, un consumado delincuente de la política. Y así quedó demostrado durante su paso por la Alcaldía de Othón P. Blanco en el periodo 2011-2013.

A mediados de 2013, poco antes de que finalizara su periodo como munícipe, trascendió que suspendió el pago de las quincenas de los delegados y subdelegados del Ayuntamiento, argumentando que no había dinero, a pesar de que había solicitado y recibido un empréstito por 272 millones de pesos con el que supuestamente solventaría deudas.

No fue así, puesto que además del impago a los funcionarios y no entregar compensaciones a los trabajadores de confianza, dejó de pagar más de 40 millones de pesos a los entonces proveedores.

Su sucesor, el también infame Eduardo Espinosa Abuxapqui, se encargó de presentar pruebas de las inconsistencias halladas en la Comuna. “Se encontraron malos manejos, desorden en el gasto corriente, problema con otras instancias institucionales, como el Seguro Social, el ISSSTE y Hacienda, y compromisos que se fueron acumulando”, expuso. Esto derivó en el recorte salarial y despidos de decenas de empleados.

Los regidores panistas en la administración de Abuxapqui, Mayuli Martínez Simón, José Hadad Estefano y Fernando Zelaya Espinosa, solicitaron información las modalidades de contratos y pagos realizados a la empresa Avances Lumínicos, encargada del alumbrado público en el Municipio, así como una lista de los proveedores en 2013, incluyendo cuánto se les pagó y cuánto se les adeuda.

Asimismo, pidieron un reporte sobre en qué se gastó el empréstito de 272 millones de pesos, señalando que no era posible que Villanueva Tenorio quedase impune por los desvíos cometidos, pues como alcalde estaba enterado de todas las irregularidades cometidas en la dirección de Obras Púbicas, así como en el zoológico, la funeraria y el rastro municipales.

“Estamos seguros de que si analizamos más a fondo los documentos de los ejercicios fiscales de la administración pasada, encontraremos más irregularidades que nos permitan fincarle responsabilidades a Carlos Mario. Repetimos, tenemos que demostrarle a la ciudadanía que si un funcionario público comete desfalco, desvío de recursos o cualquier otro delito que afecte directa o indirectamente a la ciudadanía, debe ser sancionado e inhabilitado”, comentó Mayuli Martínez Simón en rueda de prensa.

El asunto quedó en manos de la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo), con suficientes pruebas como para procesarlo, pero eso nunca ocurrió e incluso el susodicho abandonó al PRI para convertirse en dirigente del Partido Encuentro Social, el cual lo llevó a una diputación local en 2016, aunque terminó por convertirse en “independiente”.

Villanueva Tenorio dejó a Othón P. Blanco en una quiebra de la que ninguno de sus sucesores (Abuxapqui, Torres y ahora Segovia) pudo salir, con el consecuente golpe a la calidad de vida de los habitantes, quienes siguen padeciendo malos servicios públicos.

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