El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
Acaso por estar habituados a las malas noticias en lo que toca a la vida pública, que la experiencia ha sido ingrata; quizá por ello es que la dimensión de las notas positivas a veces se nos escapa.
En este contexto, hace apenas unos días el gobernador Carlos Joaquín informó que su gobierno no sólo no dejará nueva deuda pública, sino que además amortizó poco más de 300 millones de pesos de la deuda heredada de sexenios anteriores.
Debe recordarse que el 88 por ciento de la deuda estatal fue adquirida por los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, en tanto que el porcentaje que resta fue municipal.
Debe destacarse que, además, el crédito no se reflejó en obra pública, pero sus pagos nos han afectado y afectaran también al gobierno por entrar.
Esta deuda compromete casi el 70 por ciento de las participaciones federales hacia el Estado
La noticia fue relevante también en el ámbito nacional, pues es inusual que un gobierno no deje al que le sigue una abultada deuda y más ahora que la epidemia facilitó el que los gobiernos acudieran a la banca en pos de rescate financiero.
Por ejemplo, Jalisco, se endeudó por 6 mil millones de pesos, y no fue ni de lejos uno de los Estados más afectados en lo económico.
Sin menoscabo de lo positivo del pago de 300 millones de la deuda heredada, lo que llamó la atención del centro de estudios financieros de la legislatura federal es que este gobierno no hubiera aumentado el débito, pues por casi dos años, por el Covid 19, su actividad económica estuvo congelada.
Los números hablan por sí mismos. Sin duda, un buen trabajo del gobierno estatal.