Ola de asaltos en taxis azota a la capital del Estado, ante la incapacidad de los gremios y de las autoridades estatales para detectar a choferes delincuentes

Ciertamente, los más de mil 930 taxistas que circulan en la ciudad de Chetumal han sido los más expuestos a ser víctimas de la delincuencia, al no saber a quién están subiendo a sus unidades, principalmente durante la noche y horas de la madrugada. También es cierto que muchos de ellos se han visto involucrados en casos vergonzosos, que van desde conducir ebrios, acosar a las mujeres y ocasionar accidentes al manejar de manera imprudente. Aun así, no es muy común conocer casos de taxistas que asalten a sus pasajeros, pues si bien sí se dan varios casos a lo largo del año, en los últimos días las noticias sobre estos han ido en aumento. El Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa), el gremio más importante en la zona sur del Estado, y que hoy encabeza Julio César Castilla Zapata, ha intentado en el pasado reforzar las medidas de seguridad en sus unidades, primero poniendo en marcha una aplicación “tipo Uber” para identificar tanto al chofer como al usuario, así como para conocer la ruta a seguir y brindar opciones de emergencia. Sin embargo, la misma ya no puede ser descargada de las diversas tiendas de aplicaciones. Además, no han encontrado la manera de hacer que se invierta en tecnología, como la instalación de cámaras y localizadores GPS, que sin duda beneficiaría a todas las partes involucradas. Y los operativos que efectúan tanto el Suchaa como el Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo) parecen ser inútiles a la hora de ubicar a conductores criminales, pues sólo actúan cuando los delitos se consuman. Por lo pronto, en menos de un mes han ocurrido se ha registrado casi la mitad de los robos ocurridos el año pasado, y aunque se tienen pistas sobre las unidades que estarían involucradas, hasta el momento no hay avances en las investigaciones.

Javier Ramírez

En los últimos 30 días se han ido haciendo cada vez más común los asaltos en taxis en la ciudad de Chetumal, pero ya no por parte de usuarios, sino de los mismos choferes, quienes solos o acompañados amagan o incluso lesionan a sus víctimas con armas blancas para quitarles todas sus pertenencias.

Hasta el momento ningún representante de las diversas agrupaciones de taxistas en la capital se ha pronunciado al respecto, pese a que aseguran que constantemente realizan operativos para detectar a malos elementos. Ni las autoridades policiacas o pertenecientes al Instituto de Movilidad han logrado dar con los responsables.

Por lo pronto, los usuarios de la capital del Estado aumentan sus precauciones a la hora de tomar alguna unidad de transporte, sobre todo durante las noches, que es cuando más se han registrado estos casos.

Cuatro casos en agosto

Este incremento en el número de robos de taxistas a usuarios comenzó a registrarse el pasado 14 de agosto, cuando un joven de 25 años de edad, de iniciales L.F.T.P., abordó una unidad en el cruce de las avenidas Maxuxac y Constituyentes. Sin embargo, al avanzar algunas cuadras, el chofer y un sujeto que lo acompañaba en el asiento delantero lo amagaron con una navaja para que entregara sus pertenencias.

Por miedo, el joven les dio su cartera y su teléfono celular, valuado en 17 mil pesos. Tras esto lo obligaron a bajar de la unidad y se dieron a la fuga. El agraviado dijo que por los nervios y la oscuridad no pudo identificar los números del taxi.

El día 16 se registraron dos asaltos. Primero, W.P.A., de 57 años informó que tomó un taxi tipo Tsuru para dirigirse a su casa, pero el taxista se detuvo de improviso en una calle cercana al zoológico, donde aprovechó para sacar un cuchillo y pedirle todo lo que llevara. La víctima entregó mil pesos, sus tarjetas bancarias y su teléfono celular. El taxista se dio rápidamente a la fuga.

Unas horas después, policías atendieron la denuncia de J.R.L, de 34 años de edad, quien les informó que fue atracado por el conductor que lo llevaba a su casa, en calles del Fraccionamiento Las Américas III. Indicó que al llegar a una zona solitaria el chofer se detuvo y le ordenó que le diera sus pertenencias. Al oponer resistencia, el sujeto golpeó al usuario, a quien no le quedó de otra que entregarla los 500 pesos que llevaba.

El día 20, la víctima fue una persona originaria de la comunidad de Carlos A. Madrazo, Municipio de Othón P. Blanco. El agraviado, A.G.C.V., de 31 años, informó a las autoridades que había llegado a Chetumal para comprar una refacción de automóvil, por lo que decidió tomar un taxi y preguntar al conductor dónde podía conseguirla. El chofer le hizo plática y le ofreció llevarlo a un lugar donde estaría más barata.

Sin embargo, lo llevó hasta una zona con poca gente de la Calzada del Centenario, donde se detuvo con el pretexto de orinar. Al notar que corría peligro, A.G.C. salió corriendo del taxi, pero el conductor lo detuvo y lo sometió con un cuchillo para arrebatarle su cartera con 2 mil pesos y un teléfono celular. El joven caminó varias cuadras para poder pedir ayuda a la Policía. Dijo que sólo alcanzó a ver los últimos dos números de la unidad Tsuru, 62.

Septiembre, con la misma tendencia

Parecía que los asaltos habían llegado a su fin días antes de finalizar agosto, pero al comenzar septiembre estos regresaron.

El día 2, una joven de 18 años, de iniciales N.C.K.P., pidió auxilio policiaco en la localidad de Calderitas. Ahí, informó que había tomado un taxi tipo Tsuru, del que sólo alcanzó a ver los números “197”, y pidió al conductor que la lleve a la Colonia Pacto Obrero. El sujeto ingresó a la Calzada del Centenario y posteriormente a la Calle Guanajuato con Texcoco, en la misma comunidad de Calderitas, donde con un cuchillo la amenazó para que le entregara su bolso con 500 pesos y su teléfono celular. Tras esto la obligó a bajar del vehículo y se dio a la fuga.

Al día siguiente, las autoridades policiacas atendieron a eso de las 4 de la tarde una solicitud de auxilio en calles del Fraccionamiento Arboledas, en donde entrevistaron a una joven de 22 años de edad, quien informó que momentos antes había hecho la parada a un taxi tipo Tsuru, cuyo chofer llevaba en el asiento del acompañante a una mujer, indicándole que primero llevaría a ésta a su destino. Sin embargo, al llegar a la Calle Zapote, entre Chechén y Guayacán, el taxista se detuvo y la acompañante bajó y se subió al asiento trasero, en donde la amenazó con un cuchillo. Debido a que opuso resistencia, la agresora la hirió en el antebrazo izquierdo y le rasgo parte de la blusa.

Al verse en peligro, la joven le entregó su bolso a la mujer, misma en la que guardaba 11 mil pesos que iba a depositar a un banco. Luego de esto fue obligada a bajar del vehículo y los delincuentes se dieron a la fuga.

Operativos, ineficientes

La ciudadanía lleva años pidiendo a las agrupaciones de taxistas de la capital que mejoren sus filtros de seguridad a la hora de aceptar a los socios y “martillos”, debido a que desde hace años varios de ellos han sido detenidos por participar en delitos como es la venta de drogas o encubrir a delincuentes durante asaltos o ejecuciones.

Los líderes del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) aseguran que han reforzado la seguridad tanto de los conductores como de los usuarios, por lo que incluso desarrollaron una aplicación para celulares y tablets denominada “Hi5 Taxi”, con el que ambas partes pueden interactuar de manera segura a la hora de solicitar y prestar el servicio, al identificar a los conductores, la ruta y dar opciones para avisar a contactos o llamar a emergencias. Sin embargo, esta dejó de funcionar hace casi dos años.

Sin embargo, ha sido nula la publicidad de esta aplicación y por ellos son muy pocas las que utilizan y menos aún quienes la conocen.

Por ello, pedir servicio en la calle continúa siendo lo más común en Chetumal, con los riesgos que esto significa para taxistas y ciudadanos.

Jorge Pérez Pérez, titular del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo), dependencia del Gobierno encargada de vigilar el actuar de organizaciones y conductores de los servicios de transporte público y urbano, ha asegurado que no hay tolerancia para los choferes que sean detectados incurriendo en delitos o agresiones a pasajeros, por lo que constantemente se coordinan con el Sistema Integral de Registro y Control de Movilidad (Sirecom) para intercambiar información con las corporaciones policiacas de la entidad.

Una estadística del año 2020 arrojó que se detectaron 127 delitos con participación de taxistas en Quintana Roo, siendo la ciudad de Cancún donde se registró el mayor número (68), mientras que el Municipio de Othón P. Blanco tuvo el tercer lugar en incidencias (con apenas 12). En este 2021 dicho número ya fue rebasado en la capital del Estado, y aún faltan cuatro meses para que finalice el año.

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