El crimen no se detuvo. Asesinatos, robos, violaciones y secuestros, continuaron marcando la vida de miles en Quintana Roo. En el caso de la zona sur, el número de ejecuciones relacionadas con la venta de drogas se disparó, mientras que en el norte, específicamente en el Municipio de Benito Juárez, los feminicidios y los asaltos continuaron como el pan de cada día. Las autoridades encargadas de la seguridad de los quintanarroenses prefirieron hacerse “de la vista gorda” para centrarse en la divulgación de “logros” a veces tan insignificantes como la captura de algún narcomenudista de quinta. A unos meses de que culmine la presente administración, han demostrado su incapacidad para cerrar el paso al crimen organizado ya no sólo en las principales ciudades del norte, en donde la violencia ha alcanzado al turismo, sino también en aquellas que alguna vez fueron pacíficas, como Chetumal y Bacalar.
Javier Ramírez
El pasado 25 de diciembre, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública presentó su reporte sobre la incidencia delictiva del fuero común de 2021, con cierre al 20 de diciembre.
De acuerdo con los datos, en Quintana Roo, faltando 11 días para que concluyera el año, se registró un número similar de homicidios, con apenas tres casos menos que el anterior. Sin embargo, los secuestros, el robo y los feminicidios no hicieron más que aumentar, sobre todo estos últimos. Además, la guerra entre las bandas de narcotraficantes escaló hacia los puntos turísticos, como negocios y hoteles, dejando saldo de varios turistas heridos y fallecidos.
Homicidios se mantienen
Del 1 de enero al 20 de diciembre de 2021 se registraron 1,361 homicidios, mientras que del 1 enero al 31 de diciembre de 2020 se contabilizaron 1,364. Tomando en cuenta que faltaron por contabilizarse 11 días del 2021, los homicidios definitivamente aumentaron en, al menos, una decena. Lo peor, es que las ejecuciones llegaron hasta el sector que más recursos genera al Estado: el turismo.
En Cancún, Tulum, Playa del Carmen y Cozumel ocurrieron varios ataques que dejaron saldo de turistas muertos o lesionados:
El 26 de marzo, cuatro hombres armados ingresaron al bar Ginza de Cancún y dispararon contra los comensales. Cinco personas resultaron heridas, incluida la turista brasileña Patricia Gibin, quien falleció varios días después, el 11 de abril.
Unos días después, el 30 de marzo, gatilleros abrieron fuego en una zona de bares de la Calle Centauro Sur, en Tulum, resultando en la muerte de dos personas, una de ellas una joven brasileña que estaba de vacaciones.
El 11 de junio se desató una balacera en Playa Tortugas, en el bulevar Kukulcán de Cancún, dejando saldo de dos hombres muertos, presuntamente narcotraficantes que operaban como vendedores de artesanías, y una mujer estadounidense lesionada en un hombro.
El 21 de octubre un tiroteo en un restaurante de la cabecera municipal de Tulum dejó dos turistas muertas y otros tres heridos. Una de las fallecidas fue una ‘influencer’, Anjali Riot, originaria de la India, quien apenas horas antes había enseñado en su redes sociales imágenes de su visita a Quintana Roo.
La crítica hacia los tres niveles de Gobierno por estos sucesos que empañaron la imagen del principal destino turístico del país fue tanta, que el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, respondió designando a un grupo de elementos de la Guardia Nacional para que resguarden exclusivamente los lugares con mayor presencia de visitantes en Quintana Roo. De esta manera, el 1 de diciembre llegaron a Cancún más de 1,400 soldados para formar el llamado Batallón de Seguridad Turística.
Mientras tanto, al igual que el año anterior, en el sur del Estado comenzó una ola de asesinatos en poblados circunvecinos de Chetumal y Bacalar.
Y es que desde hace un par de años la violencia ha comenzado a invadir la zona sur de la entidad, debido al auge que tienen sitios como Mahahual y Bacalar, donde las bandas delictivas se disputan la venta de la droga que muchos visitantes, extranjeros principalmente, consumen.
En cuanto a secuestros, en 2021 hubo 13, dos más que el año anterior, mientras que los robos sí disminuyeron significativamente, al pasar de 15,512 registrados en 2020 a 14,420.
Y aunque la violencia familiar se vio incrementada en 2020 durante la pandemia, como consecuencia del encierro al que estuvieron miles de familias, en 2021 el número de casos aumentó aun cuando lo peor de la contingencia sanitaria terminó, pues pasó de 4,813 a 5,312.
De igual manera la corrupción de menores registró un alza, con 115 en 2021, mientras que en 2020 el número no superó la centena (92).
Benito Juárez, con la mitad de los feminicidios
El 2021 no fue un mejor año para una de las estadísticas más lamentables. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registró en Quintana Roo 22 homicidios de mujeres, siete más que los ocurridos en 2019.
Uno de los crímenes más sonados ocurrió a finales de noviembre, cuando una cantante cubana conocida como “La Barbie de la salsa” fue asesinada por su pareja sentimental en frente de sus dos hijos, en una vivienda del Fraccionamiento Haciendas Real del Caribe, en Cancún. Versiones extraoficiales indicaron que el asesino es integrante de un cártel del narcotráfico y que la habría liquidado por haber revelado información a las autoridades.
Con 11 casos registrados, Benito Juárez destaca como el Municipio quintanarroense donde más asesinatos de mujeres ocurrieron, ubicándose en el lugar número 8 de los primeros 100 Municipios del país con presuntos delitos de feminicidio. El año pasado ocupó el lugar 14.
Además, si se considera el número de feminicidios por cada 100,000 habitantes, la mayor tasa la concentra Quintana Roo, seguido de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Morelos.
Temen ‘efecto cucaracha’
Varios empresarios, entre ellos el presidente del grupo Palace Resort, José Chapur Zahoul, apoyaron la llegada del Batallón Turístico a la zona norte del Estado, pero también expresaron su temor de que ocurra un desplazamiento de los grupos criminales a otras partes de la Península de Yucatán que aún no han sido afectadas por la violencia.
Comentó que la creación de un batallón turístico dentro de la Guardia Nacional, que en primera instancia tendrá la encomienda de vigilar las playas de Quintana Roo, es algo que ya se necesitaba, pues da mayor garantía de seguridad al turismo.
“Desde hace rato que se pedía a los gobiernos municipal y estatal: mayor seguridad en las playas, pero no podían hacer mucho, pues son zona federal, pero ahora la situación cambiara”, afirmó, aunque pidió a las autoridades estar atentas y cuidar que, al reforzarse la seguridad en Cancún, los grupos delictivos no escapen a otros destinos, ya sea de Quintana Roo o de Estados vecinos, como es Yucatán, que, resaltó, se distingue de entre todo el país “por la tranquilidad y seguridad, no sólo para vivir, sino también para visitar”.