CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador había prometido al inicio de su gobierno que regresaría al Ejército a sus cuarteles, este martes admitió que cambió de opinión cuando vio el problema de la inseguridad que heredó.
“Sí, cambie de opinión ya viendo el problema que me heredaron”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa de este martes, cuando un reportera le recordó su compromiso de campaña en 2018 para devolver al Ejército a sus cuarteles.
“¿Cómo enfrentar el problema de la inseguridad? Estoy convencido de que la paz es fruto de la justicia, todo eso lo estamos haciendo, pero imagínense qué íbamos a hacer con la Policía Federal como estaba”, dijo López Obrador.
“El pueblo de México estaba en estado de indefensión; lo que había era un combate a bandas del narcotráfico de manera selectiva”, aseveró.
El presidente fue cuestionado sobre cuáles eran las bandas a las que se refería, pero se limitó a responder que tenía información que no puede compartir y que sabía de la corrupción en mandos de seguridad.
También se le preguntó por la iniciativa del PRI en la cámara de Diputados para ampliar el período para dejar al Ejército en la calles hasta 2028 y dijo que que está muy bien que propongan eso, por lo que llamó a que el tricolor se divorcie del conservadurismo.
“Ah, sí el PRI plantea ayudar, haría muy bien y que se deslinden ya, que se deslinde de lo rancio”, señaló.
En este sentido, López Obrador agregó que hasta la fecha no existe una corporación civil que pueda con el reto de combatir la inseguridad, por lo que la retirada de las Fuerzas Armadas de las tareas de seguridad pública debe ser paulatina.
Sobre las quejas por violaciones a los derechos humanos de parte del ejército, respondió que hay una campaña de sus adversarios en contra de su gobierno y no se han registrado recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Mi gobierno se ha caracterizado por no violar derechos humanos, puedo decir que no somos iguales: no se ha declarado la guerra, no torturamos ni hay masacres; sin embargo, nuestros adversarios están en una campaña de desprestigio porque no quieren la transformación del país, son muy conservadores”, expresó.
Asimismo, el mandatario añadió que sólo se han presentado dos quejas en total contra todas las corporaciones que componen las Fuerzas Armadas.
Ante las críticas por su reforma para trasladar a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente negó que la iniciativa tenga que ver con la militarización del país.
“No quiero que un señoritingo, de estos neofifís (hagan cambios), no. Sedena y Semar son pilares y lo que requieren es un reforzamiento en cuanto a sus funciones estratégicas”, dijo el mandatario
Asimismo, el presidente defendió al Ejército mexicano, al señalar que no es como los ejércitos de otros países, sino un ejército popular fiel al pueblo.
“Es un ejército que no se ha dejado cooptar por gobiernos extranjeros, integrado por hijos de campesinos, de obreros”, concluyó.
Fuente: El Sol de México