CIUDAD DE MÉXICO.- La recuperación y repoblación de los arrecifes coralinos en el Caribe mexicano tiene un valor incalculable para el ecosistema marino porque protegen las costas contra la erosión y los embates de las olas, y sirven como hábitat para un gran número de especies marinas, incluyendo las de consumo humano, destacó la Secretaría de Agricultura.
Tras 10 años de investigación, científicos del Inapesca en Puerto Morelos consiguieron el desove de corales dentro de sus sistemas de cultivo bajo condiciones controladas, logro sin precedentes en nuestro país, ya que es la primera vez que se reporta la reproducción de corales de especies constructores de arrecifes en confinamiento.
Investigadores del Centro Regional de Investigación Acuícola Pesquera (CRIAP) del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca), organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, reportaron avances significativos en su proyecto “Rescate de especies emblemáticas de coral en riesgo de extinción local por el síndrome blanco” en litorales de Quintana Roo, al lograr la reproducción sexual de corales en ambientes controlados, hecho histórico para la ciencia pesquera y acuícola en México.
Ante la alta tasa de mortalidad de diversas especies marinas, el logro alcanzado por los científicos mexicanos devuelve esperanzas a la recuperación y repoblación de los arrecifes coralinos en el Caribe mexicano, informó el Instituto.
El valor de los arrecifes coralinos para el ecosistema es incalculable porque protegen las costas contra la erosión y los embates de las olas, y sirven como hábitat para un número importante de especies marinas, incluyendo las de consumo humano, destacó.
Precisó que tras 10 años de investigación el equipo de científicos del CRIAP del Inapesca en Puerto Morelos consiguió el desove de estos organismos dentro de sus sistemas de cultivo bajo condiciones controladas que simulan la temperatura, luz y oleaje del mar, logro sin precedentes en nuestro país, ya que es la primera vez que se reporta la reproducción de corales de especies constructores de arrecifes en confinamiento en sistemas de cultivo.
Subrayó que la reproducción sexual en cautiverio es solo una parte dentro de un programa de trabajo más amplio que tiene como objetivo desarrollar técnicas para la reproducción de corales de manera eficiente con distintos enfoques.
Para tal fin, agregó, el Inapesca ha avanzado en dos vías: la propagación clonal, en la que se cortan segmentos de los corales para formar colonias independientes, como ocurre con algunas plantas, y la reproducción sexual, en la que se hace una fecundación asistida.
Si bien el Instituto cuenta con gran experiencia en la reproducción de corales, con la recolección de gametos durante el desove en el mar y su trasladado al laboratorio para la fertilización, este proceso tiene implicaciones económicas y altos riesgos en el traslado de los huevos, razones por las cuales el Inifap en Puerto Morelos apostó a la reproducción de corales en cautiverio para la obtención de gametos en los propios sistemas de cultivo, bajo condiciones controladas, para su posterior fertilización asistida en el laboratorio.
Este proyecto se lleva a cabo en colaboración con la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (ICMyL-UNAM), a través del laboratorio de la científica Anastazia Banaszak, quienes llevan a cabo la criopreservación de gametos de estas especies, además de la colaboración de la Iniciativa Healty Reefs.
En colaboración con el equipo de trabajo de Banaszak, especialista en la reproducción de corales, también se colectaron gametos de colonias en el mar y se pudieron mezclar con las muestras obtenidas en los sistemas de cultivo del CRIAP, con lo que se logró una mayor recombinación genética.
Parte de estas muestras se procesaron en el laboratorio del ICMyL-UNAM para llevar a cabo la criopreservación de los gametos, de los embriones y de larvas, y el resto de la muestra se utiliza para producir reclutas sexuales en los sistemas de cultivo de ambas instituciones, con lo que se pretende obtener colonias de coral que en un futuro puedan ser reintegradas al medio natural a través de programas de restauración.
La iniciativa “Rescate de especies emblemáticas de coral en riesgo de extinción local por el síndrome blanco” busca contar con un banco genético de tejido vivo y criopreservar gametos de cada una de las especies provenientes del Caribe mexicano, con objeto de salvaguardar material sexual que permitiría, en un futuro, poder reproducir sexualmente colonias resguardadas y así asegurar una diversidad genética no garantizada por la fragmentación.
Los corales se reproducen de manera natural una o varias veces al año, dependiendo de la especie, y a determinadas horas y días. En el proceso cada colonia libera huevecillos denominados “gametos”, que son sacos milimétricos que contienen óvulos y espermas, los cuales se rompen y liberan su contenido en el agua.
Los espermas de una colonia se juntan con los óvulos de otra colonia de coral de la misma especie y se logra la fecundación. De esa fecundación nace una larva de coral que buscará fijarse en una estructura sólida para empezar una nueva colonia que, con el paso de los años, crecerá en número de pólipos y estructura física.
Este proceso se ha visto afectado en el Caribe por la presencia del “Síndrome Blanco”, enfermedad que provoca la mortalidad masiva en más de 20 especies de corales en la región y que dejó a varias al borde de la extinción, por lo que el logro alcanzado de los científicos mexicanos es de la mayor importancia para la repoblación de arrecifes coralinos en la región.
Fuente: Excélsior