CANCÚN.- El gremio hotelero de Quintana Roo se encuentra elaborando el cálculo de las pérdidas que supondrá la construcción del Tren Maya por los inconvenientes a la movilidad carretera, las cuales no se están contabilizando como parte del costo total de la obra, aseguró Alejandro Zozaya Gorostiza, director general de Apple Leisure Group, controladora de AM Resorts, la cadena con más habitaciones en el corredor Cancún-Riviera Maya.
Entrevistado durante la jornada final de la Cumbre del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, dijo que aunque el Gobierno federal calcula concluir la obra en dos años, ese plazo difícilmente podrá cumplirse, por lo que el traslado de trabajadores y turistas que se desplazan diariamente en el corredor Cancún-Tulum se verá afectado por lo menos durante los siguientes tres años.
A ello debe sumarse que el tren tendrá una vía elevada únicamente en el tramo Cancún-Playa del Carmen, pues el resto correrá a ras de carretera desde Tulum hasta Bacalar, con los inconvenientes que eso supone a la movilidad no sólo de turistas sino de las comunidades de por lo menos cinco Municipios (Tulum, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Othón P. Blanco y Bacalar), que verán trastocada su normalidad por las obras a lo largo de los años que se prolongue el proyecto.
“Las obras van a ser muy dañinas para la única vialidad que cruza de norte a sur todo el Estado (…) Qué va a pasar cuándo un turista en Akumal se enferme, tenga que ser trasladado a un hospital en Cancún al que sólo se podrá llegar por la carretera”, cuestionó el hotelero.
El cálculo de las afectaciones, refirió, variará en función de cómo se desarrollen éstas; “si desde ahora dicen que van a ser ballenas preconstruidas que se montarán por las noches, podría aminorar el tiempo y la afectación vial, pero el costo de los inconvenientes y el tiempo de la obra será distinto en el resto del circuito”.
Zozaya Gorostiza indicó que ya han pedido insistentemente una reunión directa con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero hasta el momento sólo han podido hacer patente su preocupación al canciller Marcelo Ebrard y al secretario federal de Turismo, Miguel Torruco, a quienes han pedido que el trazo del tren cambie y corra paralelo a la carretera, sobre el derecho de vía de las líneas de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad, “pero no hemos sido escuchados”.
El pasado 15 de marzo, las asociaciones de hoteles de Cancún, Riviera Maya y Cozumel fijaron su postura sobre la construcción del Tren Maya al centro de la carretera Cancún-Tulum, la cual aseguran que amenaza durante los próximos tres años las ocupaciones, el empleo y las experiencias de los turistas que visiten el Caribe mexicano.
Fuente: El Economista