
CHETUMAL.- Pasados 19 días desde que se realizó la denuncia pública del ecocidio, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las obras de construcción no autorizadas que realizaron relleno con material pétreo en el Estero de Chac, aunque supuestamente las inspeccionó inmediatamente después de darse a conocer.
Se trata de palapas, cabañas y un muelle de los que ciudadanos responsabilizan al excomisario ejidal de Juan Sarabia Ernesto Haro Gutiérrez, construcciones realizadas en terrenos de ese ejido y a espaldas del depósito de materiales de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ubicado a las afueras de Huay-Pix, localidad ubicada a menos de 10 kilómetros de Chetumal.
La denuncia pública de este hecho lo realizó el Consejo Ciudadano y Científico Pro Restauración y Preservación de Bacalar desde el 10 de julio, y fue hasta el pasado martes 29 de julio que la Profepa colocó los sellos de clausura, en atención a la “denuncia popular sobre la existencia de obras de relleno de humedal con material de sascab y obras de construcción en la región colindante con el Estero de Chac, ubicado en el municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo”, indica en un comunicado posterior.
No obstante, la Profepa asegura que desde el 11 de julio realizó una visita de inspección y desde esa diligencia constató en el sitio actividades de relleno con material de sascab (mezcla), tres palapas, una cabaña y baños.
Asimismo, al margen del Estero de Chac, sus inspectores visualizaron un andador o muelle de madera, pero en el sitio no encontraron a ninguna persona responsable de las obras.
Pasaron 18 días sin que la Profepa tomara alguna medida, pues según su propio comunicado fue hasta el pasado martes 29 de julio que su personal regresó al lugar ubicado en terrenos del ejido de Juan Sarabia.
Hasta ese momento es que impuso la medida de seguridad consistente en la clausura total temporal de las actividades realizadas, ya que no se acreditó que cuenten con la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en materia de impacto ambiental.
Asimismo, la Profepa informó que dio inicio al proceso administrativo correspondiente, al mismo tiempo que evalúa el probable daño ocasionado a los recursos naturales de la zona.
Ejidatarios de Santa Elena y Juan Sarabia señalan como el responsable de este relleno ilegal al excomisario del segundo ejido Ernesto Ernesto Haro Gutiérrez, pues el sitio está ubicado en las colindancias con un rancho de su propiedad.
Según los testimonios dados a conocer por el Diario Cambio 22, el excomisario pretende realizar un negocio turístico, aprovechando supuestas negociaciones de prebendas que hizo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuando se extraían materiales pétreos para el Tren Maya de las sascaberas ubicadas dentro del ejido Juan Sarabia, por lo que se sintió con toda la impunidad para destruir los recursos naturales de ese ecosistema para fincar sus palapas y cabaña.
No es la primera ocasión que Ernesto Haro esté envuelto en controversia por actos ilegales, pues como comisario ejidal de Juan Sarabia fue acusado de apropiarse de tierras de alto valor ecológico y económico mediante presuntos actos de despojo, amenazas y abuso de autoridad, especialmente contra adultos mayores que eran los legítimos propietarios.
Según denuncias, muchos de estos predios fueron posteriormente puestos a nombre de familiares y personas cercanas, con apoyo de comisariados ejidales afines a su grupo, por lo que inclusive se señala que, tras las denuncias, pretende transferir a un prestanombres el terreno donde realizó el ecocidio en el Estero de Chac.
Cabe mencionar que la denuncia ciudadana de este relleno ilegal fue reforzada con una inspección que realizó la Procuraduría de Protección Ambiente del estado (PPA) por instrucciones de la gobernadora Mara Lezama, que también recorrió el lugar, el 14 de julio.
La PPA documentó el relleno ilegal de cuerpos de agua y el desmonte de palma de chit, especie considerada protegida por la legislación ambiental, y levantó un acta circunstanciada que fue turnada a la Profepa.
Cabe recordar que el relleno con material pétreo en el Estero de Chac se realizó en una parte donde el arroyo cruza bajo el puente ubicado en la carretera federal a las afueras de Huay-Pix, donde el cauce es delgado, por lo que pobladores del sur de Quintana Roo y especialistas consideran que pone en riesgo el flujo del agua y el equilibrio ecológico en el canal natural que conecta a la Laguna de los Siete Colores con el río Hondo.
Por tal motivo, se considera que la Profepa debe obligar al responsable de las obras a retirar el material pétreo con el que rellenó parte del humedal para ganarle terreno, así como desmantelar las construcciones ilegalmente erigidas y a reparar el daño al ecosistema.
Las condiciones del Estero de Chac han tomado mayor relevancia para los ciudadanos del sur de Quintana Roo a partir la construcción de las vías del Tren Maya que, aunque se realizó sobre pasos elevados, para la introducción de la maquinaria pesada para la obra la Sedena realizó rellenos de terraplenes en los humedales, que fueron frenados por la protesta social al publicarse que parte de esos rellenos se realizaba dentro del arroyo.
Asimismo, la sociedad ha estado muy pendiente del enturbiamiento del agua del arroyo, por el cual fluyen de salida hacia el río Hondo los excedentes de agua de la región de Bacalar en temporales de lluvias, situación que se ha agudizado debido a que este sistema de desagüe natural de más de 18 mil hectáreas está colapsando por un proceso ecológico que se llama agradación, que significa que se está llenando de sedimento, a lo que se suman los rellenos ilegales que realizan propietarios de terrenos a sus orillas, según explicación de la bióloga chetumaleña María Luisa Villarreal.
Fuente: Cambio22