Tras el inicio de la contingencia sanitaria en la entidad hace casi un mes, cientos de personas dedicadas al trabajo en la industria hotelera han resultado afectadas por la ola de despidos. Algunas, en el mejor de los casos, han sido obligadas a tomar ‘descansos’ -la mayoría no pagados o con el sueldo reducido a la mitad- de hasta tres meses, tras los cuales volverían a sus trabajos si la situación mejora. Por supuesto, no son los únicas afectadas. Más de 200 mil personas dedicadas al sector informal en toda la entidad han sido orilladas a suspender actividades en lo que se mantiene la alerta, lo que significa que casi medio millón de familias se quedarían sin ingresos. Una situación similar viven los dueños y empleados de los comercios formales, pues aunque algunos siguen abiertos, no consiguen ventas y, por lo tanto, están a punto de cerrar cortinas temporal o definitivamente. Al quedarse sin opciones, la gente está recurriendo a los préstamos con instituciones financieras para tratar de sobrevivir durante las próximas semanas. Pero aun si lo consiguen, las deudas serán tan grandes que no volverán a ser las mismas de antes.
Javier Ramírez
Con el reforzamiento de las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19 en Quintana Roo, más de 200 mil personas dedicadas al ambulantaje y a la venta en los tianguis han detenido sus actividades en las últimas semanas.
Y para quienes están empleados en cafeterías, zapaterías, restaurantes y demás negocios medianos pequeños, la situación no es mejor.
Porque ocurre que, aun si siguieran colocando sus puestos o abriendo sus locales, la gente no está saliendo a consumir ni mucho menos a comprar cosas que por el momento no sean de primera necesidad.
Se trata de un panorama muy difícil para casi medio millón de familias del Estado que no tienen la suertede ser burócratas ni jubilados.
Viviendo al día
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Quintana Roo son 219 mil personas las que se dedican al sector informal y que obtienen un ingreso promedio de 150 pesos al día.
Ellas son, sin duda, las que más serán afectadas por el paro de actividades a causa de la contingencia sanitaria, pues su sustento depende prácticamente ciento por ciento de lo que logran vender en el día.
Según el Coneval, en total son 430 mil familias las que prácticamente viven al día, y de ellas al menos la mitad tiene un integrante cuyo sueldo no rebasa los 140 pesos diarios, ya sea que trabaje en el sector formal o en el informal.
El informe del Coneval también destaca que seis de cada 10 trabajadores del sector turístico están dados de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el sueldo mínimo, que en el caso de Quintana Roo este año pasó de 102.68 a 123.22 pesos diarios.
Dicha cantidad se complementa principalmente con lo que obtienen de propinas, que generalmente es hasta cuatro veces su salario.
Familias, en la adversidad
Martha y Carlos son una pareja que llevan viviendo en Cancún más de 15 años. Originarios de Chetumal, de donde salieron para buscar mejores oportunidades, tardaron algún tiempo en conseguir ingresos más o menos estables para mantenerse con su pequeña hija Elisa. Martha consiguió trabajode camarista en el Hotel Hyatt Zilara, de la Zona Hotelera, y él se dedicó a la venta de comida en una céntrica avenida.
La contingencia vino a cambiarles la vida. Tras la caída de la ocupación hotelera, los dueños del hotel donde Martha labora desde hace casi 10 años, despidieron a los empleados eventuales, mientras que los que tenían ‘base’ fueron obligados a tomar ‘vacaciones’. Si todo sale bien, ella regresará a su trabajo en el próximo mes de julio.
Carlos, por otro lado, tuvo que dejar de salir a vender‘marquesitas’, tanto por el exhorto de las autoridades como para proteger a su familia.
Ahora tendrán que sobrevivir estos próximos tres meses con la mitad del sueldo que ella recibe en el hotel (alrededor de mil 800 quincenales), es decir unos 900 pesos.
Claro que a esa cantidad habrá que descontar el pago de su casa de Infonavit y las deudas que la mayoría de las familias pobres tienen con alguna tienda departamental.
Así como ellos, cientos de familias cuyos ingresos llegan gracias al turismo, tendrán que hallar la manera de salir adelante.
Ambulantaje, al 50 por ciento
En Cancún, el negocio del comercio ambulante se redujo en casi 50 por ciento, de acuerdo con información dada a conocer por la Dirección de Comercio en la Vía Pública del Municipio de Benito Juárez.
De acuerdo con el reporte, dicha reducción es mayor en el centro de la ciudad de Cancún, debido a la baja en la llegada de turistas.
Puestos de comida, artesanías, ropa y demás han ido ‘desapareciendo’ de las que antes fueron las avenidas más concurridas de la ciudad, pues los mismos vendedores se han dado cuenta de que sin clientes y sin ganancias, sólo se exponen a contagiar y a contagiarse con el virus.
Hasta el momento, la dependencia no ha ordenado a los vendedores el cierre de sus actividades, sino que mantengan la distancia y extremen las medidas sanitarias.
Empresarios, contra la pared
En el sector empresarial, las cosas no son muy diferentes. La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCEC), Inna Germán Gómez, señaló que las empresas se están quedando sin opciones.
Explicó que ante la declaratoria de desastre del Gobierno federal muchos negocios han tenido que bajar las cortinas sin despedir a los empleados.
Sin embargo, se trata de una situación que no podrán aguantar durante mucho tiempo, pues sin clientes ni ventas tendrán que verse obligados a reducir los salarios, exponiéndose con ello a las demandas laborales.
Por ello piden a los Gobiernos aplicar fondos a favor de las empresas, para así poder negociar con los trabajadores y no dejarlos desprotegidos durante la contingencia.
Porque si un pequeño negocio cuenta con al menos tres empleados, el cierre del 30 por ciento de los cuatro mil 500 agremiados a la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco- Servytur) de Cancún, significaría la pérdida de alrededor de cuatro mil empleos directos.