CANCÚN.- Dos universitarias originarias de Oklahoma, Estados Unidos, habían viajado a Cancún donde una de ellas terminó hospitalizada tras ser drogada en el bar de un hotel donde se hospedaban.
En redes sociales se muestra una fotografía donde ambas jóvenes aparecen desmayadas con sus cabezas sobre una barra, luego de haber sido drogadas en un bar acuático en un resort de Cancún.
Zara Hull, su novio Jake Sinder y su amiga Kaylie Pitze estaban pasando un día en la piscina con amigos cuando, de repente, las dos jóvenes se desmayaron después de pedir agua en el bar.
“Ambas pedimos agua y, dentro de dos minutos, Jake se había dado la vuelta y ambas caímos sobre la barra, con las cabezas abajo al mismo tiempo”, dijo Hull a CBS News.
La fotografía, que fue tomada después de que las dos recibieran sus vasos de agua, muestra a ambas mujeres agarradas de la mano con las cabezas sobre la barra, sus bebidas al lado de sus brazos inertes.
Hull, quien habló con el medio New York Post desde el hospital, dijo que ella y sus amigos creen que sus bebidas fueron alteradas con drogas.
Las jóvenes fueron trasladadas a un hospital privado local, donde se sintieron aisladas y les fue cobrada una enorme factura por las atenciones médicas que recibieron.
Su novio, Jake Snider, dijo que no dejó el lado de Hull en el hospital mexicano, donde Hull dice que fue fuertemente sedada.
“Básicamente, éramos solo Zara y yo en este hospital que tenía cientos de habitaciones”, dijo Snider.
“Todas las cerraduras están en el exterior de la habitación para que puedan encerrarte”, añadió Hull.
En este punto, me habían sedado tanto que no sabía dónde estaba, no me había despertado, no sabía nada. Me pusieron un catéter, me habían puesto un ventilador”, recordó.
Poco después, el hospital exigió decenas de miles de dólares para proporcionar tratamiento a Hull.
“Habían aumentado la cantidad de dinero que querían. La base era de $10,000 para siquiera mirarme”, dijo Hull. “Me estaban reteniendo. Somos estudiantes universitarios; no tenemos el dinero que están pidiendo”.
Treinta horas después, consiguió un avión privado y fue llevada a Dallas, donde ha estado hospitalizada desde el sábado.
“Cuando llegamos aquí, no podía respirar por mi cuenta. Intentaban sacarme del ventilador y cada vez mis pulmones simplemente se detenían”, dijo Hull.
Hull ha sufrido al menos 18 convulsiones desde el incidente. Aunque sus médicos aún no han encontrado nada mal, dicen que es posible que haya sido drogada.
La estudiante universitaria ahora necesitará terapia física para aprender a caminar nuevamente.
No obstante, este jueves, su familia compartió sus avances.
“Ella está recuperando el apetito y ahora puede beber más líquidos en lugar de recibirlos todos por vía intravenosa. Ella realmente quiere irse a casa ahora, así que eso es maravilloso. Dijeron aquí en el hospital que puede recibir el alta muy pronto, ¡así que es una gran noticia!”, informó su madre, Rilee Works, a través de Facebook.
Hull y sus amigos no han compartido el nombre del resort ni del hospital en México por miedo a su seguridad.
“No se sabe, y eso podría poner en peligro a nuestras familias enteras”, dijo Hull, añadiendo que espera que su historia sirva como advertencia para otros.
“Nunca volveremos a salir de Estados Unidos”, dijo. “Dicen que el resort es el lugar más seguro; no lo abandones. Eso no es cierto”.
Por su parte, su madre, Rilee Works, también dijo que “en este momento” no compartirán información específica sobre el hotel ni el hospital, “por cuestiones legales y de privacidad”.
Fuente: El Imparcial