Entre la delincuencia política y la arbitrariedad magisterial

Signos

En dos frentes esenciales del interés nacional debe responder el liderazgo del Estado mexicano porque no lo ha hecho: en el del ajuste de cuentas a la delincuencia política cómplice del crimen organizado (como los Gobernadores en cuyas entidades operan con plena impunidad los grupos que administran el narcoterror en todas sus variables y el robo y tráfico ilegal de hidrocarburos, el huachicol fiscal) y en el de la educación, donde el sindicalismo magisterial impone las condiciones de negociación de sus derechos gremiales (reales o añadidos por la fuerza fáctica frente a la autoridad siempre doblegada) sobre los derechos de los escolares a la enseñanza básica en las aulas, las que pueden mantener cerradas a su albedrío los docentes alzados y con cuya cancelación de actividades y a falta de superación de los procesos pedagógicos, la educación en México es de las peores del mundo civilizado y es incapaz de aportar recursos cognitivos y éticos de valor para tener mayor calidad cívica, política, humanística y competitiva, y para la convivencia pacífica propia de una sociedad regida por un verdadero Estado de derecho.

SM

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