Guanajuato, 21 de mayo (POPLab).– Sin aplicar un solo protocolo para dar vista a otras instancias y garantizar la integridad del alumnado, la directora de la escuela primaria estatal “José María Martínez Ortega” en Irapuato ocultó el abuso sexual cometido en contra de un niño dentro del plantel, presuntamente por parte de tres niños de un grado escolar superior al de la víctima.
La situación que se hizo pública después de que ninguna autoridad actuó tras la denuncia de la madre ante la directora y ante la Fiscalía General del Estado (FGE), refiere que el 12 de mayo, en este lugar y durante el turno vespertino, tres alumnos de tercero -niños de nueve años- presuntamente encerraron a un compañero de primero de primaria (de seis años) en el baño de la institución y lo violaron.
El jueves 12 de mayo, la madre del niño víctima del abuso llegó como cada tarde a esperarlo afuera de la primaria. Cuando su hijo salió, se dio cuenta de que traía la ropa al revés, incluyendo la ropa interior. Al preguntarle, el niño le contó cómo había sido violentado sexualmente en el baño unas horas antes, e identificó a tres niños de tercer grado.
También le contó a su mamá que después de lo ocurrido le habría comentado a su maestra, pero ésta no le tomó atención.
El lunes 16 la mujer presentó la denuncia ante el Ministerio Público. Un examen médico corroboró la violación sexual.
Sus familiares narraron a POPLab que personal de esta misma dependencia le pidieron a la madre que fuera a la escuela y que preguntara a la directora los nombres de los niños que violentaron a su hijo; es decir, que ella indagara los datos de los presuntos responsables.
La directora Alma Delia Vargas Castro fue omisa en aplicar cualquier protocolo vigente ante esta situación. Cuando la madre -una mujer que no sabe leer ni escribir- acudió al Ministerio Público, el agente la mandó de nuevo a la escuela para pedir a la directora que le diera los nombres de los alumnos presuntamente involucrados en el abuso. Según expuso la mamá del menor, la directora se negó, pero sí le ofreció una beca y despensas “para callarla”.
El jueves 19 madres de familia llegaron a la primaria, mientras personal de la SEG se reunía adentro con la directora y la madre de la víctima; algunas sacaron a sus hijos de la escuela hasta que les den garantías de que sus hijos no corren algún riesgo. Otras, indignadas por la actuación de las autoridades, se plantaron frente al portón principal exigiendo que la directora les diera la cara para saber qué ha pasado con los presuntos responsables, qué medidas tomó y por qué intentó acallar a la madre.
Ante la falta de respuestas, con piedras y patadas intentaron abrir el portón que estaba cerrado por dentro.
Desde las oficinas centrales, la SEG informó en una ficha que la directora y la maestra a cargo del menor fueron separadas del cargo mientras dura la investigación de lo que eufemísticamente definió como “presunta violencia escolar”.
En la FGE le recibieron a la madre del niño la denuncia penal que interpuso el lunes 16; la mandaron a buscar a la directora para que le solicitara los nombres de los tres menores presuntos responsables, sin ninguna asesoría ni atención psicológica para la víctima, según expuso.
En apego a los derechos humanos de los menores involucrados, se realiza las investigaciones en el plantel para determinar las responsabilidades para los generadores de la violencia escolar y posibles sanciones por acción u omisión de la autoridad escolar.
De igual forma se acordó el apoyo psicológico y atención médica por parte de la Secretaría de Salud al menor receptor de violencia escolar.