Lo dicho:
En Coahuila está muy lejos de enojar a Andrés Manuel que pierdan los crápulas locales de los partidos asociados a su popularidad y su movimiento nacional, y que sigan ganando los sucesores y encomenderos de los poderosos exgobernadores y hermanos Moreira, con quienes puede liar conveniencias políticas -pragmáticos, astutos y exitosos como son los tres- y objetivos particulares de guerra, como Felipe Calderón, que comparten Humberto Moreira y Andrés Manuel. (Porque en la entidad ganarán los Moreira, no la asociación de adversarios partidistas y oligárquicos del Presidente). Y en el Estado de México, la candidata presidencial ganará merced al poder electoral de Andrés Manuel, cuya victoria supondrá el filo mortal contra el corazón de las tradiciones mexicanas de poder simbolizadas en la familia Hank y la corrupción inmemorial de los patriarcas tricolores de Atlacomulco, y cuya victoria significará, asimismo, el arma presidencial más poderosa y definitiva rumbo a la contienda sucesoria del veinticuatro, donde el jefe máximo puede garantizar su proyecto de transformación de la vida nacional.
SM