Los sabidos asuntos que evade la discusión del tema pedagógico

Signos

Por Salvador Montenegro

Los más grandes problemas de la educación y los mayores culpables de la mala formación escolar y de la pobreza cultural y crítica que influye desde siempre en la mala democracia y la mala política y la pobre civilidad y la alzada corrupción y la incontrolable violencia, no podrían deberse, por supuesto, a la calidad de los materiales pedagógicos de la enseñanza pública básica.

Repasemos una primera y esencial lección, que en realidad es un lugar común pero que suele o pretende olvidarse en la colmena infinita y nebulosa de un falso debate en la opinión pública plagado de improperios, necedades y posiciones de trinchera del más analfabeto propagandismo militante del que se tenga memoria.

¿Desde cuándo, por ejemplo, el sindicalismo magisterial no se ha dedicado más a la delincuencia política clientelar y electoral, y sus dirigencias nacionales más poderosas, desde su fundación en los cuarenta, como Carlos Jongitud y su heredera Elba Esther Gordillo, no se han identificado como dos de los más altos y caros ejemplos de la mayor corrupción porque fueron enriquecidos hasta la majadería, como tantos subalternos suyos, por servir a los sucesivos regímenes priistas y panistas que envilecieron la vida nacional desde hace más de setenta años; que hicieron del sistema de Justicia (igual que del Poder Legislativo, a cuyas curules llegaba toda la escoria del multimillonario sindicalismo preferente y de las también corporativizadas organizaciones campesinas, obreras, empresariales y “populares”) una cloaca de letrados constitucionalistas a su merced; que entregaron los más rentables bienes y patrimonios públicos a unas cuantas familias asociadas con sus liderazgos presidenciales más perversos y se convirtieron en algunas de las más acaudaladas del orbe (con lo que convirtieron a la nación en una de las de mayor desigualdad social, o de las de mayor diferencial del ingreso entre ricos y pobres); y que necesitaron para eso del control de la ignorancia utilitaria y de la pobreza cultural y moral mediante la delincuencia sindical a la que entregaron, en el colmo de la barbarie de la usurpación de la soberanía popular y de los atentados contra la dignidad y el desarrollo del país, el sector educativo entero de la enseñanza básica, con la institucionalidad y la autoridad incluidas, y con los presupuestos, los grandes negocios de la venta de miles y miles de plazas magisteriales al mejor postor, y todo el poder político y económico que significara ser el gremio más numeroso de América Latina y de buena parte del resto del mundo, y que tanto sirviera para ganar elecciones -mediante el voto directo y obligado de las legiones de trabajadores de la educación, y mediante la operación fraudulenta de los comicios en zonas bajo su control, donde disponían de Presidentes Municipales, Gobernadores, autoridades educativas y otros caciques diversos de formación magisterial, a los partidos que les garantizaran sus descomunales privilegios en todos los órdenes representativos y en particular, claro está, el de la Presidencia de la República?

La historia del monopolio sindical de la educación hace irrisorio el debate actual sobre los “Libros de texto gratuitos”, del mismo modo que la del monopolio complementario de la incivilidad y la debilidad intelectual de las grandes mayorías del pueblo mexicano y que, finalmente y merced a la competencia global en el mercado de las audiencias mediáticas, ha sido desplazado del mercado local de las preferencias con sus productos informativos y del espectáculo con que tanto contribuyeron a la debilidad espiritual y mental de sus masivos destinatarios, ya de por sí aplastados, como se ha dicho, por la basura educativa de la enseñanza formal.

Gracias al presidencial salinismo privatizador, el monopolio mediático fundado por un empresario -Azcárraga, en los cuarenta, creador de la dinastía sobreviviente hasta hoy- al servicio y prestanombres del jefe del Estado mexicano de su tiempo -Miguel Alemán, cuyos descendientes también fueron socios de los Azcárraga e hicieron, sin el menor recato, de los intereses públicos, inacabables fuentes de riqueza privada-; ese monopolio vergonzante desde su génesis corrupta se convirtió en duopolio en los noventa y reforzó el mal del empobrecimiento cultural y crítico del país gracias a una sociedad similar de intereses a la de cuatro décadas atrás y en la que se otorgó al naciente proyecto empresarial -dedicado también a la muy lucrativa enajenación de la capacidad cognitiva y creativa y reflexiva de sus vastos públicos radiotelevisivos mediante el bombardeo de incontinentes e ininterrumpidas emisiones de contenidos de entretenimiento basura y programas informativos y de opinión condicionados por la vulgaridad propia y los intereses oligárquicos de su dueño, de también apellido Salinas- todo el beneficio de la potestad representativa y patrimonial del Estado republicano, incluida la propiedad a precios de ganga y el financiamiento encubierto del erario del que fuera Instituto Mexicano de Televisión, Imevisión, más la concesión casi gratuita y de insultante contraprestaciones reducidas a “tiempos oficiales” de una cuantiosa cantidad de frecuencias adicionales del espectro radioeléctrico que fueron repartidas por Salinas apenas antes de finalizar su depredadora, como ninguna otra, gestión sexenal, entre las empresas de Azcárraga y de Salinas Pliego, las que han contribuido, con el sindicato magisterial, a pulverizar, en nombre del Estado y de los intereses populares que debe representar, la educación pública y la cultura nacional.

¿Los “Libros de texto gratuitos”?… Qué va… Sólo un tema nuevo para seguir fortaleciendo la desmemoria sobre lo fundamental. 

SM

One thought on “Los sabidos asuntos que evade la discusión del tema pedagógico

  1. Difiero totalmente de este artículo. Tengo 67 años y considero que mi formación educativa fue muy buena, competitiva y pública. Y eso que mis padres no tenían estudio. Hoy soy MVZ y soy capaz de votar no por Partido Político, sino por la Persona. Sigo trabajando por mi cuenta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *