Signos
Gertz Manero es un títere incompetente al servicio de una politiquería anticrimen que sólo eleva los ya inauditos niveles de impunidad de la Justicia, y donde el discurso patriotero de la defensa soberana -con instituciones y autoridades inservibles- sólo favorece a los delincuentes y a la fanaticada guadalupana y analfabeta, que piensa que el presidente es un segundo e inmaculado Redentor.
Porque si los sistemas penal y de seguridad son el hazmerreír del hampa y no parece haber alternativa de superación de esos estándares ruinosos, ¿por qué negarse a la persecución de la DEA en el país contra los más peligrosos jefes criminales que afectan los intereses de México y de Estados Unidos?
Más allá de las caprichosas veleidades nacionalistas no hay explicación que valga.
Pero ese posicionamiento propagandista es enemigo de los verdaderos intereses nacionales. Es demagogia químicamente pura.
Ese soberanismo de pacotilla es falaz y traicionero. Los criminales más buscados en México aplaudirán a rabiar las decisiones presidenciales en el orden de la seguridad y la colaboración internacional contra el delito.
SM