CIUDAD DE MÉXICO.- Integrantes de la Caravana “Acuérdate de Acapulco”, encabezada por el ex alcalde de esa localidad, Evodio Velázquez, se reunieron con integrantes de la Comisión de Turismo del Senado a quienes propusieron la creación de un fideicomiso vigilado por la ciudadanía para rescatar el puerto que sufrió daños tras el paso del huracán “Otis”.
Cerca de las 10:00 de la mañana, el contingente, que salió del Zócalo capitalino llegó a las afueras del Senado y minutos después fue recibido un grupo por la Comisión de Turismo, que preside el perredista Antonio García Conejo.
El senador del PRD pidió que el tema se considere como un tema de seguridad nacional, “voy a buscar los integrantes de la comisión para incidir, apoyar, estar muy de cerca y que Acapulco vuelva a brillar como siempre ha sido”.
Evodio Velázquez, ex alcalde y ex diputado perredista agradeció los recursos que se prevé destinar el Gobierno federal. Sin embargo, consideró que es necesario un plan y un fondo para la reconstrucción de Acapulco y que el proyecto dure dos años.
Además, planteó que se pueda constituir este fondo con 300 mil millones de pesos, “aproximadamente lo que se calcula que costará el poder reconstruir y relanzar Acapulco como fue Quintana Roo. A Cancún se le dio el trato de prioridad nacional cuando pasó Vilma. Hoy queremos que nos den el trato de prioridad nacional. Cancún con una categoría 1 lo destruyó, lo devastó y Acapulco con una categoría 5 lo destruyó y devastó. Entonces hoy, queremos ese mismo trato”.
Además, se dijo preocupado por lo que pasará con los empleos, “ese fideicomiso también ayudará para que las instituciones de salud pública puedan tener la capacidad de atención de las personas afectadas y pueda resolver el problema de la emergencia sanitaria que hoy estamos viviendo por no poder recoger todos los residuos y basura que está en la ciudad y está generando problemas graves y enfermedades.
Pidió que las autoridades no minimicen el problema “se quiere olvidar el desastre de Acapulco y no podemos permitirlo”.
Fuente: Milenio