CANCÚN.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé un presupuesto de 222 millones de pesos para obras de mantenimiento al Centro Integralmente Planeado (CIP) Cancún y la Marina Cozumel en el paquete fiscal 2022.
El proyecto consiste en intervenir la infraestructura y equipamiento actual del CIP Cancún y de la Marina Cozumel para desarrollar obras de urbanización (drenaje pluvial y sanitario, alumbrado público, vialidades), obras de cabeza (plantas de tratamiento de aguas residuales), obras de equipamiento urbano y turístico (áreas públicas y mobiliario urbano) y arquitectura del paisaje y diseño urbano (red de riego y áreas verdes).
“Este programa de mantenimiento será ejecutado durante los años 2021 al 2023, con la finalidad de dar continuidad a los trabajos de mantenimiento anteriores y así lograr un buen nivel de servicio mediante la conservación de infraestructura y equipamiento de ambos destinos turísticos”, se añade en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022.
En el calendario de inyección de recursos que publica la SHCP para este plan se consigna que el proyecto total tiene un costo de 835.5 millones de pesos, de los cuales se ya se han invertido 351 millones.
“El programa incluye la construcción de una nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Cancún como medida de optimización, para lo cual se determinaron los costos correspondientes a estudios y proyectos necesarios para la realización de la obra, así como la supervisión de ésta”, se lee en el PPEF.
Cancún sumaría cuatro plantas de tratamiento: Pok Ta Pok, con capacidad de tratar 245 litros por segundo; Gucumatz, para 200 litros por segundo, y El Rey, para 100 litros por segundo. La capacidad total es de hasta 545 litros por segundo, lo que representa el tratamiento de aguas residuales para 15,445 cuartos, es decir, menos de la mitad de los cuartos que operan en Cancún.
Sobre la Marina Cozumel, se hace mención a la poda, riego y conservación de áreas verdes; conservación y mantenimiento de vialidades y espacios públicos, entre otras.
Fuente: El Economista