Signos
Por Salvador Montenegro
¿Hay algo en el equipo entrante (que incluye al ‘secretario de Justicia’ o Presidente del Poder Judicial) que anuncie el Adviento de la 4T en el Estado caribe y la realización de sus promesas de renovación moral para sanar y desterrar el cáncer del abrumador e injustificado endeudamiento fiscal, el invicto imperio carnicero de las mafias dominantes de la narcoviolencia, la inhumana e incontenible marginalidad urbana, los negocios sucios de la industria inmobiliaria y turística que destruyen los más ricos parajes de la frágil biosfera caribe, y todos esos males de la corrupción perpetua que se recibe y cuya continuidad debe romperse de una vez por todas y a cuenta de lo prometido como la nueva verdad y el nuevo universo cotidiano en el que habríamos de vivir de ahora en adelante como un pueblo civilizado, próspero, pacífico y salido para siempre de las cloacas de la delincuencia gobernante que se va sin ser llamada a cuentas y premiada, más bien, por el régimen presidencial de la renovación moral, como un ejemplo de lo que ha sido gobernar los destinos de un pueblo y de un Estado que es, nada más ni nada menos, que el que mayores divisas turísticas produce y es también, no obstante y de manera paradójica, de los más hundidos y en la quiebra financiera y de financiamiento, en el país, perece?
De modo que ¿hay más indicios esperanzadores de que llegue y arrase con el pasado ignominioso la revolución moral y progresista prometida, o de que el continuismo, la demagogia y la depredación sigan su curso como ha venido siendo y es destino desde el principio irreversible de los tiempos?
SM