Desde Cancún, Edwin Luna afirma que se se arrepiente de ser famoso.

Una de las consecuencias de ser famoso es que desaparece la privacidad. El tiempo y la distancia no juegan siempre a su favor, esto sucedió con Edwin Luna y Kimberly Flores quienes abrieron su corazón para confesar que era lo que la fama les había robado y quienes lo sufren son los hijos.

Edwin Luna ha estado en el mundo del espectáculo desde los cinco años, ahora con 30 años de trayectoria sabe muy bien que la fama da muchas cosas pero también quita y eso es lo que recientemente vivió en Cancún. Un momento que le pesa pues afectó a su pequeña hija Gianna Luna.

Durante una entrevista realizada en Cancún, durante la competencia de gimnasia nacional en la que participó su hija Edwin Luna se sinceró y confesó que era lo que le pesaba de ser famoso y su respuesta conmovió incluso a Kimberly quien lo acompañó en todo momento.

“Yo creo que lo que más nos quita es nuestro tiempo”, señaló Edwin Luna a lo que Kimberly Flores continuó, “y la privacidad”, fue la sentencia de ambos.

El cantante aprovechó la oportunidad para descargar una pena que carga desde hace dos semanas con su pequeña hija Gianna Luna Flores, quien es una atleta que compitió en Cancún, pero por cuestiones de trabajo su papá no la pudo ver participar, por lo que Edwin aseguró que la fama le quita el tiempo con su familia”.

“Yo creo que lo más valioso es el tiempo porque dejas de convivir con tus hijos, de convivir en familia, pierdes tiempo que jamás podrás recuperar, hace dos semanas que estuvimos aquí fue por una competencia nacional de gimnasia de mi hija, yo por un retraso en el vuelo no alcancé a llegar a la competencia. Llegué despuesito que había terminado y eso son los momentos, es lo que te pierdes yo creo que es lo más valioso, gracias a dios es una carrera muy bien remunerada pero eso a final de cuenta sale sobrando, eso va y viene pero el tiempo ya no, y para mi eso es lo que te quita una carrera como esta”, señaló.

Edwin Luna ha estado en los escenarios desde niño y ha aprendido a vivir entre los reflectores, cuestión que le gusta y al final agradece que puede hacer lo que más le gusta a pesar de que tiene un costo grande.

“Te da muchas satisfacciones en muchos sentidos, cumples metas, convives con gente con la cual nunca pensaste hacerlo, podemos hacer viajes en familia. Pero en ocasiones si me arrepiento por el poco tiempo que puedo estar con mi familia.”, dijo.

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