Jack es una mascota muy apegada a su familia tiene siete años y es un sobreviviente a un ataque de cocodrilo que ocurrió en la Laguna Nichupté de Cancún, es un valiente perrito que tuvo uno de los peores encuentros que un ser vivo puede presenciar en un cuerpo de agua, pero afortunadamente sobrevivió.
“Eran las 2:00 de la mañana de un jueves y Jack empezó a acercarse al muelle porque había visto un cocodrilo y le empezó a ladrar y el cocodrilo empezó a mover la cola, como para llamar la atención de que algo estaba moviéndose en el agua”, comentó Alan Torres, dueño de Jack.
En contexto, Jack es un perro de la raza labrador inglés, es mascota de la familia Torres que se dedican entre otras cosas a la pesca y por ende está acostumbrado andar muy cerca de las embarcaciones, eso incluye cuando está en la Laguna Nichupté, hogar del cocodrilo moreletti, uno de los depredadores más importantes para el ecosistema de Quintana Roo.
Siempre ha sido un perro grande, con más de 45 kilos de puro amor y de curiosidad, aunque ahora ya no se acerca a los cuerpos de agua aunque su naturaleza o el de su raza sea nadar. Esa madrugada no la olvidará jamás.
“Jack se asomó y ese fue su error pues en el instante que se colocó a escasos centímetros del agua, el cocodrilo saltó y lo agarró de la cabeza, Jack se intentó hacerse para atrás pero el cocodrilo si lo logró agarrar, ahora si que de la cabeza lo jaló para la laguna y ahí es cuando en toda esa escena salimos corriendo mi papá y yo a recatarlo”, cuenta Alan.
El cocodrilo moreletti es un animal que radica en los cuerpos de agua como lagunas, cenotes y el mar, es un cazador nocturno y actualmente se encuentra amenazado por el aumento de la urbanización de la Laguna Nichupté, por lo que se ven forzados a convivir en zonas como muelles y los perros al ser animales los ven como presas potenciales.
Alan y su papá reaccionaron muy rápido ante el ataque del cocodrilo y decidieron intervenir, incluso sin medir el riesgo que esto implicaba, pues el cocodrilo es un animal fuerte que puede llegar a medir cerca de cuatro metros en el caso de los ejemplares de la Nichupté, sin embargo por Jack decidieron pelear.
“Con un pedazo del muelle le metimos un golpe al cocodrilo por el cual logró soltar al Jack. Jack se metió a donde estaban las rocas debajo del muelle y una vez abajo en las rocas, lo vi y pensé en lo que estaba sintiendo en ese momento, me miró y lo dijo todo y yo en ese momento decidí saltar por él mientras mi papá distraía al cocodrilo con una madera, tomé a Jack, lo saqué del muelle y nos fuimos directamente al hospital…”
Actualmente Jack es un perro mucho más apegado a su familia tiene siete años y es un sobreviviente a un ataque de cocodrilo.