PIONYANG.- Un niño pequeño, de tan sólo dos años, fue sentenciado a cadena perpetua en Corea del Norte después de que se encontrara a la familia del menor en posesión de una Biblia, según un nuevo informe del Departamento de Estado de Estados Unidos. Aunque el incidente tuvo lugar en 2009, se destacó en el nuevo informe del departamento sobre libertades religiosas internacionales este mes, citando datos de Korea Future, una organización no gubernamental que documenta abusos contra los derechos humanos en Corea del Norte.
“Un caso involucró el arresto de una familia en 2009 debido a sus prácticas religiosas y posesión de una Biblia. “Toda la familia, incluido un niño de dos años, fue sentenciada a cadena perpetua en campos de prisioneros políticos”, dice el informe.
“Un caso involucró el arresto de una familia en 2009 debido a sus prácticas religiosas y posesión de una Biblia. “Toda la familia, incluido un niño de dos años, fue sentenciada a cadena perpetua en campos de prisioneros políticos”, dice el informe.
“(Los funcionarios) nos hicieron trabajar duro sin alimentarnos adecuadamente… Sufría de desnutrición y estaba segura de que no sobreviviría. Seguía teniendo diarrea, incluso cuando solo bebía agua, y pesaba solo 35 kilogramos… así que era como un esqueleto en ese entonces”, dijo un ex preso.
El informe del Departamento de Estado concluyó que la situación en Corea del Norte “no ha cambiado fundamentalmente” desde un informe condenatorio de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas de 2014 sobre la privación de los derechos humanos allí. Señaló que la pesquisa “encontró que las autoridades negaron casi por completo los derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión y determinaron que el gobierno en muchos casos cometió violaciones de los derechos humanos que constituyeron crímenes de lesa humanidad”.
Desde el comienzo de la pandemia, en Corea del Norte también se ha vuelto cada vez más difícil de escapar. Una investigación de Reuters publicada el lunes utilizó imágenes satelitales comerciales para mostrar cómo el régimen ha utilizado la crisis de salud como una oportunidad para construir cientos de kilómetros de vallas fronterizas, muros y puestos de guardia nuevos o mejorados para encerrar a su gente.
Fuente: Excélsior