La cosa pública
Por José Hugo Trejo Figueroa
El Frente Amplio por México (FAM) culminó la simulación de su proceso democrático abierto a la ciudadanía para elegir candidato presidencial, tal como lo anunció hace meses el presidente Andrés Manuel López Obrador: declarando a la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz como la ungida; aunque en el camino dejó un rancio tufo de impostura y manipulación que provocó el desagrado hasta de entusiastas promotores de una oposición a la 4T, unida y sin escrúpulos para ganar el 2024.
En el FAM se les pasó la mano con la cargada en favor de la hidalguense Gálvez Ruiz, al aprovechar el destape que hizo a su favor el presidente López Obrador, para posicionarla en todos sus medios afines por encima del resto de los aspirantes que ingenuamente se registraron en un proceso que comenzó a hacer agua desde su arranque, cuando varios de los personajes que sonaban para la competencia – Lili Téllez, Miguel Ángel Gurría, Mauricio Vila, entre otros—se desmarcaron por falta de claridad en las reglas del juego.
En la primera fase del proceso de selección de la candidata del FAM, la recabación de 150 mil firmas de simpatizantes, se cernió a los aspirantes registrados para dejar pasar solo a las y los afines a los principales partidos políticos que conforman el FAM; fueron cuatro: Santiago Creel Miranda y Xóchitl Gálvez Ruiz, del PAN, y Beatriz Paredes Rangel y Enrique De la Madrid Hurtado, del PRI. De esta manera el PRD que sólo aporta la membresía partidista y otros “representantes” de la sociedad civil, fueron cribados sin mayor cuestionamiento al proceso.
En la siguiente fase de las primeras encuestas se decantó el hijo el expresidente Miguel De la Madrid y quedaron en la recta final los panistas Creel Miranda y Gálvez Ruiz, así como la priísta exgobernadora de Tlaxcala, Paredes Rangel.
Y comenzó la debacle del proceso democrático del FAM, cuando Creel Miranda no aguantó las presiones mediáticas de sus asociados del FAM para que declinara a favor de Gálvez Ruiz por ser la aspirante más posicionada y confrontada con el presidente López Obrador: lo cual se entiende que éste hizo a propósito, pues él elige a cual adversario provocar según se ha visto en los casi cinco años que lleva en la Presidencia de la República.
De esa manera el presidente López Obrador no sólo construyó a su conveniencia la candidatura presidencial de Xochil Gálvez en el FAM, sino que de paso humilló políticamente a uno de sus adversarios personales más recalcitrante, como lo es Creel Miranda, al mermarle las posibilidades que tenía como cuadro más destacado del PAN para ser él el ungido por las debilitadas estructuras del partido.
Creel Miranda, por más que vociferó contra el presidente López Obrador, no encontró respuesta significativa de su parte – lo dicho: AMLO elige a sus adversarios de ocasión y conveniencia– y no pudo hacer nada contra la inercia que suscitó a favor de Gálvez Ruiz el destape presidencial. Así que su caída en las encuestas del FAM fue a la par del ascenso de la hidalguense en las mismas.
Y en un desesperado intento por salvar la dignidad y cubrirse con el aura de un “demócrata” que “antepone el interés de México por el suyo propio”, cambió la precandidatura del FAM, por la coordinación general de la campaña de Gálvez Ruiz, continuando así con la cargada, al más rancio estilo de la política mexicana, en la que los “sectores partidistas” fueron reemplazados por las cadenas mediáticas y los “líderes” de opinión abiertamente opuestos al presidente López Obrador y a quien consideran será la abanderada presidencial de la 4T, Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, la declinación de Creel Miranda a favor de la hidalguense Gálvez Ruiz fue ponderado en extremo como una acción casí “patriótica” del exsecretario de Gobernación del foxismo y casi nadie de los simpatizantes del FAM la consideraron una acción de zapa contra el proceso de selección de la candidatura presidencial opositora a la de la 4T.
Cosa contraria ocurrió con la decisión tomada por el dirigente priista Alejandro Moreno, para bajar de la contienda del FAM a la tlaxcalteca Paredes Rangel, y sumarse también en cargada, con miles de comités seccionales, cientos de comités municipales y decenas de comités estatales, más todos los sectores y estructuras territoriales, bla, bla, bla,… a favor de la senadora panista hidalguense Gálvez Ruiz.
Y aquí sí. Los noticieros y las mesas de debate periodístico de los medios afines al FAM se le fueron con todo al indefendible exgobernador campechano que controla al PRI. De esquirol, traidor y convenenciero no lo bajaron, por interrumpir la culminación del proceso democrático abierto a la ciudadanía que dirigentes panistas, priistas, perredistas y aurepresentantes de la sociedad civil, ofrecieron a los mexicanos como una alternativa frente a la oferta de la 4T y del presidente López Obrador para la sucesión presidencial de 2024 en México.
Las cúpulas del FAM, partidistas y empresariales, se salieron con la suya e hicieron de la senadora panista Xóchitl Gálvez a su inminente candidata presidencial para el 2024. Habrá que ver cómo culmina el proceso de auscultación por encuestas supervisadas que lleva a cabo la 4T para elegir a su candidata presidencial, como parece que será; aunque sus efectos sean de pronóstico reservado.
Y luego de la exhibición que ofreció el FAM en su proceso de selección de la candidata presidencial, no queda más que decir: cuánta razón le cabe al líder de Movimiento Ciudadano, el senador Dante Delgado Rannauro, al mantener a su partido alejado de aliados tan desaseados e incompetentes en lo político.
Sólo queda esperar a ver si con la postulación de la candidatura de Movimiento Ciudadano se abre una tercera opción para la ciudadanía, que además de auténtica sea competitiva en la elección presidencial del 2024.