El fin de la era de los partidos políticos

La última palabra

Por Jorge A. Martínez Lugo

El factor Mauricio en escena para el 2024, 2027 y 2030.

Después de su derrota en 2016 ante la gran expectativa que representó el tres veces traidor Carlos Joaquín, ahora Mauricio Góngora Escalante regresa a la política cada vez de manera más abierta, arropado en el grupo que hoy ejerce el poder en Quintana Roo.

Recordemos que en campaña la actual gobernadora le levantó la mano al grito de “viva Mauricio”, lo cual representó una forma de reivindicación que ha sido de bajo perfil, hasta ahora, cuando ha decidido abrir la jugada de sus barajas y será actor en los procesos 2024 (ya lo está siendo a través de la diputada Majo Osorio Rosas, coordinadora de la fracción parlamentaria verde); en 2027 en la sucesión gubernamental y en 2030 en la sucesión presidencial y elecciones intermedias en Quintana Roo.

Es un escenario que ya está sucediendo. Las reglas de la política han cambiado. Su capital político no es menor: en 2016 tuvo 211 mil votos (36%) siglado por PRI, contra 263 mil de CJ (45%) siglado por PRD, con asistencia a las urnas de 54% la más alta en la historia de Quintana Roo.

¿PARTIDOS O FRANQUICIAS?
Hoy estamos viviendo la era del fin de los partidos políticos, sin que desaparezcan; ahora son sólo franquicias que se comercializan, sujetas a los grupos de poder o liderazgo-caudillo, como es Andrés Manuel López Obrador.

Las decisiones en los partidos las toma la élite que los dirige-secuestra; no tienen vida interna, mucho menos democrática; la militancia no cuenta y tampoco la sociedad; para eso hay votos inorgánicos. Esto ya se ha repetido muchas veces y no por ello deja de ser una realidad. No son partidos, son élites de poder, que requieren ser analizadas.

En el caso de Quintana Roo, los grupos de élite no controlan solamente a un partido, son transversales, tienen injerencia en prácticamente todos, dependiendo del tamaño del poder político y económico acumulado.

POLÍTICO POBRE…
La política hoy más que nunca se hace con dinero, quien carezca de ello “es un pobre político”, o también ejercen estando cerca del caudillo del cual dependen los triunfos electorales y en nombre de ese caudillo hacen y deshacen, si no, veamos el caso del lopezoabradorismo y del papel de Mario Delgado, que hace lo contrario de lo que dice su jefe, pero cuenta con su bendición. En ambos escenarios, los partidos no existen.

¿CJ SE LA DEBE A MAURICIO?
En este contexto, se ubica el retorno de Mauricio a la política grande en Quintana Roo. Se podría decir que Carlos Joaquín se la debe, pero quien sabe, hay que esperar que evolucionen los escenarios. Quien espere venganza se podrá quedar con las ganas. Porque finalmente, hoy ambos juegan en el mismo grupo de élite que hegemoniza Jorge Emilio González, aunque no todos reman hacia el mismo rumbo, necesariamente.

CJ tiene alianzas con los verdes y con Amlo, una vez que traicionó al PRD y al PAN, aunque los morenos no lo digieran: “que se chinguen” como dijo alguna vez Roberto Borge. JEG tiene alianza con CJ, con Amlo y le da chance al PT que es el partido más franquiciado de todos; sus legisladores nada que ver con la bandera laboral, más bien parecen fifís, ajenos a las condiciones de pobreza de los trabajadores del gran turismo de primer mundo; pobre PT, pero más pobre la sociedad que lo permite.

UNIVERSIDADES DAN LA ESPALDA A LA SOCIEDAD
El análisis político, tanto periodístico que es inmediato, como el académico que es más profundo, tienen en Quintana Roo tela de donde cortar, pero nuestras universidades le dan la espalda a este tema, sobre todo la Universidad “Autónoma” de Quintana Roo, que sigue viviendo en crisis-zona de confort-improductividad (ya no publica libros de sus inexistentes investigaciones, por ejemplo), cuyos cuerpos académicos dan la espalda al estudio de la realidad social y política actual de Quintana Roo. Una universidad desligada de su entorno social.

MAURICIO, ACTOR Y FACTOR
Mientras, Quintana Roo seguirá siendo laboratorio de las élites políticas nacionales asentadas en el motor turístico de México y moneda de cambio del pragmatismo puro del presidente López Obrador.

Así las cosas, Mauricio ya es actor y factor de poder en la política local y no está solo; Eugenio Segura, ahora tampoco va solo…

La política tiene vida propia; más allá de la voluntad inmediata de los protagonistas que tienen amplia hegemonía en Quintana Roo, con Jorge Emilio a la cabeza, quien hasta ahora mantiene férreo control a través del miedo que le tienen, en un grupo de chile, dulce y manteca, que tendrá su propia evolución, con fuego amigo y todo, mientras la sociedad sólo mira, pero usted, tiene la última palabra.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

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