CHETUMAL.- Con 20 votos a favor y cuatro en contra, el Congreso del Quintana Roo abrogó la Ley de Imagen Institucional aprobada en 2018, durante el mandato de Carlos Joaquín, y pretendía impedir que los edificios de gobierno estatal y municipales, vehículos oficiales, equipamiento urbano –como parques y espacios públicos– y papelería oficial fuesen pintados con colores partidistas.
Esa práctica se había agudizado durante el borgismo (2011-2016), cuando se tapizó el Estado con los colores del PRI. Durante el joaquinismo (2016-2022), aunque se respetaron más las formas, ello no evitó que también se echara mano de los colores azul, blanco y amarillo, que identificaban al PAN y al PRD, para identificar espacios públicos, equipamiento y vehículos institucionales.
Durante la sesión 29 del segundo periodo ordinario de la Décimo Séptima legislatura de Quintana Roo, como punto urgente y obvia resolución, se sometió a votación la iniciativa para derogar toda la Ley de Imagen Institucional, presentada por la bancada de Morena.
Se argumentó que la ciudadanía “tiene derecho” a sentirse identificada y representada por su Gobierno, reconociendo su “identidad gubernamental” para “fortalecer el sentido de pertenencia y cohesión social en la comunidad”, y que cada gobierno debe utilizar las herramientas de comunicación visual que reflejen su gestión, lo cual “promueve un sentido de identidad y orgullo de la población”.
En la exposición de motivos se llegó al grado de señalar que eliminar los colores partidistas promueven la “impersonalización de la comunicación social” y se interfiere en campañas como “El Día Naranja”, para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.
En respuesta y desde tribuna, el diputado independiente, Ricalde Magaña, manifestó que con la Ley de Imagen Institucional –ahora derogada– se podrían ahorrar millones de pesos de recurso público, destinándolo para patrullas, mejores sueldos, canchas deportivas u otras acciones a favor de la población y no para replicar las prácticas del pasado.
“¡Ah, no! vamos a volver a pintar los coches amarillos con grecas azules que pintó Carlos Joaquín. Todavía hay escuelas que tienen ‘Beto-betito’ y sus cosas y ‘RB Team’ (que distinguió a Borge). Las escuelas del Bienestar, no las han terminado de pintar de Carlos Joaquín y ahora las vamos a borrar. Mejor borramos la ley y volvemos a hacer lo que hacían los otros”, apuntó.
El legislador fue más allá y acusó que para derogar la ley “utilizan además” al presidente Andrés Manuel López Obrador, y que pese al llamado a la austeridad republicano, “vamos a gastar en pintura para coches, para edificios, para los bienes del estado”.
Durante la sesión, Ricalde Magaña criticó, en principio, que el asunto se votara como de urgente y obvia resolución, al considerar que no lo ameritaba y que el proceder se asemejaba al “porque las puedo”, aprovechando que Morena tiene mayoría en el Congreso.
Fuente: Almomento