
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su equipo de seguridad aseguraron que el país no está en guerra con Irán, luego de lanzar una ofensiva con bombas de alta potencia y misiles Cruise en coordinación con Israel contra objetivos estratégicos iraníes. A pesar de la magnitud del ataque, la Casa Blanca afirmó que no se busca un cambio de régimen en Teherán, mientras voces tanto del ala progresista como del sector conservador califican la acción como inconstitucional y peligrosa.
“No estamos en guerra con Irán, estamos en guerra con su programa nuclear. No queremos un conflicto prolongado ni tropas estadounidenses en tierra”, declaró el vicepresidente J.D. Vance este domingo en varios noticieros. Agregó que comprende el cansancio del pueblo estadounidense tras décadas de intervenciones militares en Medio Oriente, pero afirmó que “la diferencia ahora es que antes teníamos presidentes tontos. Ahora tenemos un presidente inteligente”.
Horas después, Trump publicó un mensaje ambiguo en su red social, sugiriendo que un cambio de régimen podría ser considerado si Irán no cede a las exigencias de Washington: “¿Por qué no habría un cambio de régimen?”, escribió.
La operación desató reacciones inmediatas. En un mitin en Oklahoma, el senador Bernie Sanders calificó el ataque como “groseramente inconstitucional” y enfatizó que “la única entidad que puede declarar la guerra es el Congreso. El presidente no tiene ese poder”. La multitud respondió con gritos de “No más guerras”.
La congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez también se pronunció, afirmando que la decisión de Trump “brinda fundamentos claros para un nuevo juicio político”.
Críticas también surgieron desde la derecha. El congresista republicano Thomas Massie denunció que la ofensiva “no es constitucional”, comentario que el presidente Trump no tardó en descalificar como “débil e inefectivo”. Por su parte, Marjorie Taylor Greene, representante ultraconservadora, había advertido antes del bombardeo que “cada vez que Estados Unidos está a punto de alcanzar la grandeza, termina involucrado en otra guerra. No estarían cayendo bombas sobre Israel si Netanyahu no hubiera atacado primero a Irán”.
Aunque el presidente celebró el ataque como un éxito rotundo que habría destruido por completo las instalaciones nucleares iraníes, el alto mando militar fue más reservado. El jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, indicó que los informes iniciales muestran “daños severos y destrucción” en el programa nuclear iraní, pero subrayó que será necesario tiempo para evaluar el alcance real del golpe a las capacidades nucleares de Irán.