Signos
Pero es que lo que dice Trump es cierto: la criminalidad política es crimen organizado.
Y está en todas partes.
Lo que sucede en Tabasco (‘la pudrición’ morenista que se acusan el Gobernador May y el exGobernador y Senador López Hernández por el control del crimen organizado sobre el poder político estatal) ocurre en todo el país.
El crimen es del color partidista dominante en cada Entidad.
¿Se quiere acabar con los jefes de las bandas criminales y con ellas?, síganse los pasos de las autoridades donde operan sus organizaciones: de los jefes policiacos, de los Fiscales Generales de los Estados y sus comandantes, de los Alcaldes y Gobernadores y Jueces penales y candidatos oficialistas a todo cargo de elección y ganadores de los mismos.
‘La Barredora’ de Tabasco ha sido a los grupos políticos de Tabasco como los cárteles de Sinaloa a los grupos de poder de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación a Jalisco y Estados colindantes, el Del Golfo y Los Zetas y sus derivados a los de Tamaulipas y Nuevo León y todo el Noreste, y todas las demás bandas del crimen organizado dominantes en las demás Entidades del país, como el de Juárez antes y el de Caborca en Quintana Roo ahora, son a los grupos gobernantes en ellas.
La lógica criminal no tiene pierde ni derivaciones. Quien mata manda. Y punto. Trump no se equivoca. Ni nadie con dos dedos de frente.
SM