Si bien los resultados de los comicios efectuados el pasado 18 de octubre en las entidades de Coahuila e Hidalgo no se comparan en complejidad e importancia a los que se registrarán el próximo año en todo el país, pueden ser usados como un parámetro para saber en dónde están parados actualmente los principales partidos políticos. Y es que si bien muchos habían asegurado que los partidos de oposición -PRI, PAN y PRD- estaban prácticamente muertos gracias a los múltiples y descarados casos de corrupción de sus gobernantes que en los últimos años fueron sacados a la luz, y que desde 2018 el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados en el PVEM y PT no harían más que aumentar su fuerza en todo el país gracias a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, en esta última jornada electoral la gente se ha encargado de demostrar otra cosa. Amén de que pudieran haberse dado las irregularidades propias y lamentables, de cada proceso -llámese acarreo, quema de urnas o compra de voluntades-, todo apunta a que el PRI estaría más vivo que nunca, que Morena ha caído en las preferencias y que el PAN ya no está por encima del tricolor. Hay muchos factores que pudieron haber incidido en estos resultados, pues, para empezar, el PRI es el que gobierna en ambos Estados, y por muy debilitado que esté aún cuenta con una de las estructuras políticas más organizadas del país. O al menos más que la del Morena, que sigue enfrascada en un pleito interno por su dirigencia nacional. Además, es un hecho que la imagen de quien aún es la principal cara del partido se ha desgastado debido a decisiones ejecutivas que no han sido aceptadas por gran parte de la población. La gente se esperaba un cambio radical a partir del 1 de diciembre de 2018, pero ahora está aceptando que muchas promesas se han quedado cortas. Finalmente, Acción Nacional no ha podido sacar provecho de esa decepción a falta de personajes insignia. Sus constantes pleitos con el presidente de la República también ya han cansado a los ciudadanos, quienes ven pocos o ningún avance en los nueve Estados que gobiernan. Aún faltan varios meses para que el proceso electoral 2020-2021 entre en el periodo de campañas, por lo que esta pasada elección deberá servir a las organizaciones políticas para replantear sus estrategias.
Javier Ramírez
Todo parecía indicar que las elecciones de este año pasarían prácticamente inadvertidas debido a que, con excepción del Congreso de Coahuila, no había demasiado en juego, si bien serían además las primeras en realizarse en medio de la llamada “nueva normalidad”. Sin embargo, cuando los resultados comenzaron a aparecer, cobraron mayor relevancia.
Y es que cuando todos daban por muerto al Partido Revolucionario Institucional (PRI), al quedar incluso detrás del PVEM en algunas entidades, resultó que aún es capaz de ganar elecciones. En Coahuila ganó la mayoría en el Congreso y en Hidalgo habría conseguido 32 de las 84 alcaldías, incluyendo la de la capital y algunas de las que, aseguran, son las más importantes en aquel Estado.
Ante esto, el Morena de inmediato salió a acusar maniobras sucias del PRI para poder ganar los comicios, asegurando que se trató de una elección de Estado, por lo que interpondrían las correspondientes denuncias ante el INE. Pero aún si logran demostrar sus dichos, será muy difícil que remonte las apenas seis victorias que tuvo ahí.
Casi la mitad de los votos para el PRI en Coahuila
En Coahuila, entidad gobernada por el priista Miguel Riquelme Solís, estuvieron en juego 16 diputaciones de mayoría relativa y nueve de representación proporcional, por lo que desde temprana hora del 18 de octubre comenzaron a llegar los ciudadanos para ejercer su voto en los distritos que estaban en juego.
Para ello, tanto autoridades como la población debieron seguir un protocolo sanitario en los 850 centros de votación instalados en el territorio, que incluyó el uso de cubrebocas, la sanitización de los espacios, la sana distancia, caretas, desinfectantes y, principalmente, que cada ciudadano llevar su propio bolígrafo para marcar la boleta.
Ese mismo día, con menos del 40 por ciento de los 843 mil votos computados, el PRI se perfilaba para ganar los 16 distritos electorales. Cuando el Programa de Resultados Preliminares (PREP) concluyó, ese resultado no cambió. El PRI arrasó al obtener el 49.3 por ciento de los votos, mientras que el Morena quedó en segundo con 19.3 por ciento, el PAN con 9.9, el PVEM con 2.9 y, hasta el lugar número 8 el PRD con 1.5 por ciento.
La derrota caló fuerte en el actual dirigente nacional del Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, quien informó que su partido no reconocía esos resultados. Al día siguiente, varios senadores y diputados federales morenistas de ese Estado informaron que tenían documentadas varias irregularidades cometidas por el PRI, incluida la compra de votos, por lo que impugnarían varios resultados.
El senador Diego Del Bosque aseguró que existió acarreos de votantes, a quienes les pidieron tomarse una foto al salir para constatar su voto por el PRI; denunció también influencia del poder de los Gobiernos estatal y municipal de Saltillo.
Sin embargo, la senadora Melva Farías aceptó que, aun si hubo fraude, la división interna que actualmente existe en el partido lo ha debilitado. Comentó que a nivel local hubo traición de dirigentes, por lo que pedirían su expulsión.
En Hidalgo, Morena desapareció
En cuanto al Estado de Hidalgo, donde hubo 48.96 por ciento de participación ciudadana, los resultados no fueron muy distintos en las votaciones para elegir 86 Municipios. El PRI se declaró vencedor en 32 de ellos, recuperando la capital, Pachuca, recuperando Mineral de Reforma y reteniendo Tulancingo. Estos tres, que son los Municipios más importantes de la entidad, eran prioritarios para el PRI.
De acuerdo con el PREP, con el 99 por ciento de las 3 mil 873 actas capturadas, de manera individual el PRI obtuvo 32 Municipios, el PRD 7, Morena 6, Nueva Alianza Hidalgo 5, PT 4 y el PVEM y PT 7 y Podemos 2. El resto se dividió en varias coaliciones, siendo la del PAN-PRD la que tuvo más victorias, con seis.
Sin embargo, como en Coahuila, Morena también realizó varias denuncias, entre ellas que hubo presiones por parte del PRI para abrir los paquetes en Tizayuca, mientras que en Zimapán no se llevó a cabo la sesión debido al desalojo del consejo municipal del instituto electoral local, aunado a que la casilla de Xochiatipán fue trasladada a Pachuca.
La consejera electoral Blanca Estela Tolentino Soto informó que se reportaron diversos incidentes relacionados con la quema de material electoral en cuatro municipios, en los que se responsabilizaron a candidatos independientes y militantes del Morena, PAN y Más.
El titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade), José Agustín Ortiz Pinchetti, informó que hubo un buen comportamiento en ambos comicios, y pidió a los ciudadanos que denuncien en caso de tener pruebas de irregularidades.
Ganadores y enfermos
Tras la victoria, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, se vanaglorió asegurando que con ella queda claro “que en la nueva dirigencia del PRI el trabajo está en la gente, el trabajo está en el territorio”, y consideró que el haber ganado en ambos Estados es de parte también de la calificación que la gente le está dando al trabajo del Gobierno federal.
“Ha quedado claro que había muchas expectativas, que no ha habido resultados en economía, en salud, en seguridad y los ciudadanos de dos entidades federativas han emitido su voto al no estar de acuerdo con el partido en el Gobierno federal, Morena”, aseveró.
Por su parte, en el Morena de Hidalgo, los integrantes se excusaron diciendo que varios de sus candidatos tuvieron que aislarse como medida de seguridad ante el Covid-19.
Felipe Rodríguez, de la Comisión Nacional de Morena, dijo que compañeros como Ricardo Batista estaban aislados, porque su esposa dio positivo a Covid, además de que dos compañeros brigadistas se habían enfermado y regresaron a la Ciudad de México.
Mencionó que esto no fue exclusivo del Morena, pues también en el PRD se dieron casos, como sucedió con el candidato a la alcaldía de Pachuca, Isidro Pedraza Chávez, quien fue hospitalizado por Coronavirus.