(Sabidos, 24 de junio) Cuando se despertó hoy don Carmen Narváez Díaz, no se imaginó que perdería todo lo poco que tenía.
Don Carmen, de 72 años de edad, por poco y no la contaba. Un cortocircuito en el enchufe donde conecta un viejo foco de luz originó un incendio que en menos de dos horas, acabó con su humilde hogar hecho de madera y cartón.
Cuando los vecinos llegaron a auxiliarlo, ya lo había perdido todo.
“Lo bueno es que alcancé a salvar a mis criaturas”, dice con lágrimas en los ojos don Carmen, mientras intenta fingir fuerza en su voz, “ahora, vamos a ver como levantamos todo de nuevo”.
Por “sus creaturas”, hace referencia a sus dos perras y tres cachorros que cuida con recelo. Son su única compañía tras el abandono de sus hijos.