
TULUM.- La asamblea del Ejido Ruinas de Cobá, presidida por el comisario ejidal José Waldemar Cen, aprobó por unanimidad un acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para continuar con las obras de infraestructura en la zona arqueológica de Cobá.
El convenio fue resultado de múltiples diálogos entre ejidatarios y autoridades federales, y establece la ejecución de un proyecto desarrollado por la Coordinación Nacional de Obras del INAH, que incorpora las propuestas planteadas por la comunidad.
Dichas acciones forman parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), impulsado por la Secretaría de Cultura y el INAH, como parte del acompañamiento al Tren Maya.
En el caso específico de Cobá, se contempla la construcción de una unidad de servicios, techumbres para protección de monumentos, senderos, señalética, así como la consolidación de la escalinata del edificio Nohoch Mul.
Estas obras permitirán el ascenso y descenso seguro de visitantes sin poner en riesgo el patrimonio arqueológico.
Se prevé que los trabajos concluyan en un periodo aproximado de tres meses.
Durante la sesión, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, destacó la relevancia histórica de Cobá, una antigua metrópoli maya cuyo esplendor se desarrolló entre los años 600 y 1000 d.C.
Resaltó que su arquitectura refleja una combinación de estilos Petén y Costa Oriental, además de una compleja red de caminos de piedra, conocidos como sacbé, incluyendo uno que conecta con las inmediaciones de Chichén Itzá.
Prieto también subrayó el valor cultural de la comunidad actual, compuesta por ejidatarios y pobladores que conservan la lengua maya y protegen su herencia.
Afirmó que la renovación de esta alianza es una muestra de la política de inclusión promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Por su parte, el responsable del proyecto arqueológico en Cobá, Manuel Pérez Rivas, compartió que recientes investigaciones revelan que en esta ciudad gobernaron al menos cuatro mujeres en distintas épocas, una de ellas durante cuatro décadas.
Este hallazgo, dijo, confirma que la estructura política maya no fue exclusivamente patriarcal, y demuestra una apertura social que sigue vigente en la memoria colectiva del pueblo maya.
Fuente: Cambio22