Agatha, el primer huracán de la temporada, tocó tierra este el lunes a lo largo de un tramo de centros turísticos y pueblos pesqueros en la costa sur de México frente al Pacífico, en medio de advertencias de marejadas ciclónicas peligrosas e inundaciones por las fuertes lluvias.
El domingo Agatha se convirtió en huracán y después de eso ganó fuerza rápidamente. Se prevé que alcance la categoría de huracán de categoría 3, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El ojo del meteoro se dirige hacia un área cercana a las localidades de Puerto Escondido y Puerto Ángel, en el sur del estado de Oaxaca, una región que incluye las comunidades turísticas de Huatulco, Mazunte y Zipolite.
El Centro dijo esperar pocos cambios antes de que Agatha toque tierra. Una alerta de huracán se encuentra en vigor entre el puerto de Salina Cruz y las lagunas de Chacahua.
Advirtió de inundaciones costeras peligrosas y oleaje destructivo cerca de la zona donde Agatha tocará tierra. Dijo esperar que el meteoro arrojara de 250 a 400 milímetros (10 a 16 pulgadas) de lluvia en partes de Oaxaca, con máximos aislados de 500 milímetros (20 pulgadas).
La Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca publicó imágenes el domingo de pescadores amarrando sus embarcaciones sobre la playa para protegerlas de la tormenta, mientras las bandas exteriores del huracán ya habían comenzado a golpear la costa.
Las autoridades municipales de Huatulco ordenaron el cierre absoluto de todas las playas del centro turístico, incluyendo sus afamadas siete bahías, muchas de las cuales sólo son accesibles por mar. También cerraron escuelas y comenzaron a instalar albergues.
Al oeste, en Zipolite, una localidad conocida por su playa nudista y su ambiente bohemio, el personal del pequeño hotel Casa Kalmar recogió todo el mobiliario de playa e instaló postigos de madera para evitar que los fuertes vientos reventaran puertas y ventanas. “La preocupación más grande aquí es el aire, el viento”, dijo La administradora del hotel, Silvia Ranfagni.
Con apenas un huésped y muchas cancelaciones a causa del huracán, Ranfagni planeaba aguardar la llegada de Agatha en la propiedad, la cual se ubica a tres o cuatro cuadras de la playa.
“Me voy a quedar encerrada aquí con mis animales”, declaró, refiriéndose a su perro y gatos.