El minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
De cara a las elecciones del 2024, el panorama político estatal, antes que incierto, se ha vuelto farandulero.
La suma de figuras como las del actor Roberto Palazuelos, que busca una senaduría, por el Movimiento Ciudadano, y ahora, la del futbolista Hugo Sánchez en supuesta competencia por la alcaldía de Cancún, darán a la jornada electoral un cierto airecillo de comedia.
La virtual postulación del futbolista por la coalición de la llamada nueva oposición, la anunciada recién por Eduardo Martínez Arcila, líder estatal de facto del blanquiazul, modifica el escenario político pues, si bien no tiene posibilidades reales de ganar, menguaría sin duda el número de votos de Morena. El prestigio del deportista no es de desdeñarse.
Se dirá que ninguno de los dos tiene experiencia política ni formación ideológica, cierto, pero tampoco la tienen la mayoría de nuestros notables en espacios de poder, y allí están, afanosos, en curules federales y alcaldías, en lidia por seguir en el presupuesto. Por desgracia, desde hace tiempo que el oficio político dejó de ser necesario para el ejercicio público.
Falta de oficio y ética
Esto no significa que ello sea lo ideal, no, al contrario: la falta de oficio y ética en el servicio público y las trampas electoreras de todos los partidos han llevado al Estado a una suerte de democracia enana. En este contexto da pauta el utilitarismo de un Partido Verde que, elección tras elección, ve en Quintana Roo un gran mercado y de este se ha servido muy a sus anchas.
Mas volvamos a estas dos figuras con ansias del servicio público, que no de la política.
Hasta donde se sabe, el acuerdo con el futbolista se hizo en la Ciudad de México con el alto mando panista, en tanto, que la inclusión de Roberto Palazuelos, con historia en el Estado, la cocina el líder del MC, Dante Delgado. En los dos casos el parte formal se dará a principios del año por venir.
Como se dijo, estamos pasando de una democracia enana a una farandulera, a un estadio en el que las ideas brillan por su ausencia. La oposición va por el relumbrón, en tanto que Morena sigue en busca de candidatos dentro y fuera de sus filas, lo que es inusitado tratándose como se trata del partido en el poder.
Los graneros políticos de todos los colores parecen estar vacíos.