CANCÚN.- El director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, Ernesto Prieto Ortega, dio a conocer que ya salieron a la venta los billetes de lotería para la rifa de la casa presidencial ubicada en la Zona Hotelera de esta ciudad, también conocida como Villas Chakté, la cual será rifada el próximo 15 de septiembre.
“Ya está el billete de lotería, y se va a sortear el próximo 15 de septiembre, se va a rifar esa casa que utilizó la familia del señor Calderón; ya están a la venta los billetes de la Lotería Nacional”, expuso el funcionario.
Además de este inmueble, mencionó que se han decomisado propiedades en el lujoso fraccionamiento Isla Dorada en la Zona Hotelera de Cancún, que en próximos meses también podrían ser subastados por el Indep.
Sobre la casa presidencial que será rifada por la Lotería Nacional, se sabe que el inmueble fue construido durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa como casa de descanso para los presidentes. El terreno tiene 21,273 metros cuadrados y 846 metros de construcción, con acceso a la playa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya había mencionado en sus conferencias mañaneras que estaban analizando el destino que tendrá este inmueble, entre ellos la rifa, luego de que se enterara que había estado rentándose sin que se reportaran beneficios para el Gobierno federal.
El funcionario involucrado es Raúl Bermúdez, ex delegado de Fonatur en Cancún, a quien se le separó del cargo en tanto se hacían las investigaciones por la renta del inmueble a través de la plataforma Airbnb.
La descripción que se hace en el portal de rentas vacacionales Airbnb refiere que el inmueble es conocido como Villas Chakté en Cancún. Se encuentra a pie de playa y está ubicada a cinco minutos del aeropuerto.
En el expediente sobre Raúl Bermúdez se incluyen testimonios de quienes siguieron el procedimiento para hospedarse en el lugar.
“Pide un anticipo el cual debe depositarse en una cuenta que no es de Fonatur”, se refiere en uno de los oficios firmado por el titular del Área de Quejas del Órgano Interno de Control, Guillermo Ruan.
Fuente: El Economista