El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, refrendó que se respetará la soberanía de ambos países en cualquier involucramiento de agencias federales estadounidenses en México como sucede en el caso de Quintana Roo.
“Con respecto a las operaciones de seguridad tanto en México como en Estados Unidos, se respetará la soberanía de ambos países. Como es el caso con las investigaciones criminales del gobierno de Quintana Roo, cualquier involucramiento de agencias de procuración de justicia federales estadounidenses en México se llevará a cabo de manera transparente y en estricto concierto con las autoridades mexicanas”, señaló el diplomático norteamericano.
El viernes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Ken Salazar un informe de la participación del Buro Federal de Investigación (FBI) en las investigaciones que lleva a cabo en el estado de Quintana Roo.
“Acaba de participar el FBI en un asunto en Quintana Roo y estamos pidiéndole al embajador de Estados Unidos (Ken Salazar) que nos informen de esta participación, si hubo informes, si hubo cooperación de conformidad de las normas”, dijo el mandatario mexicano en su habitual conferencia matutina.
Recalcó que su administración no se opone a que se trabaje de manera coordinada en contra del crimen, pero advirtió que no permitiría que se viole la soberanía.
Un día antes, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, aseguró que la DEA, el FBI y la Policía Montada de Canadá apoyan en el trabajo de inteligencia tras los recientes hechos de violencia ocurridos en ese estado, los más recientes el asesinato de dos canadienses en el hotel Xcaret México y la muerte del gerente del Mamita’s Beach Club.
A finales de 2020, el Congreso de la Unión avaló reformas que regulan la presencia de agentes extranjeros en México. Entre los cambios aprobados, los agentes deben solicitar autorización para internarse en territorio mexicano y deben intercambiar información con autoridades de nuestro país.
“Bajo el Entendimiento Bicentenario de seguridad, Estados Unidos y México abrieron la puerta a una nueva era de cooperación en seguridad que se basa en resolver la violencia como responsabilidad compartida. Espero con interés promover ese diálogo durante la reunión de mañana”, dijo Ken Salazar.