Mientras inspeccionaba un parque dentro de un hotel de la Zona Hotelera, un joven escuchó unos raros silbidos a su alrededor, que de inmediato le dieron escalofríos.
En esa zona, existen unas casitas que están hechas para los duendes, debido a las creencias de toda la Península de Yucatán, las cuales indican que deben colocarse cuando se pide “permiso” para construir o iniciar una obra; en su interior se le colocan ofrendas.
Luego de que escuchó esos extraños silbidos, se acercó y observó a dos seres muy pequeños como viejitos que estaban dentro de esta casita tomando las ofrendas, uno de estos aluxes se movió muy rápido y desapareció, el otro camino y se escondió atrás de la casita, a lo que el muchacho alumbró y vio la cabeza del duende observándolo; momento que uso rápidamente para tomar una foto.
La cabeza del duende se puede observar en la punta de arriba de la casita. Se hicieron varias pruebas con una aplicación y no hay Photoshop. La foto es real.