De acuerdo con lo que pasa en Cancún, donde el ‘narco’ esparce la violencia, la sangre y el horror sin contenciones porque la autoridad es su socia y promotora, el próximo Gobierno estatal abriría las compuertas para que ese infierno se propague en todo el Estado, como hemos dicho muchas veces.
Porque esa política de brazos cruzados frente a la inseguridad y la impunidad que fomenta y recrudece al narcoterror, es la misma del Gobierno federal, cuyo partido es socio del Verde, una organización criminal en sí misma, y que es la que ha ‘gobernado’ el Municipio cancunense a partir de la hoy candidata a gobernadora de su pertenencia y que tiene las mayores posibilidades de ganar.
La perspectiva es atroz.
Es la de una gestión de Gobierno al servicio del hampa política y homicida.
Y, sí: contra ese entuerto desalmado sólo queda la voluntad opositora del decisivo electorado sureño.
Si el sur fronterizo no se impone, el reino del delito y la violencia será irrevocable. El colapso será definitivo.
SM