Es en serio, muy en serio: la mafia dominante de la industria del narcoterror (y que promete el sometimiento de las demás y la garantía de la paz social que no asumen los liderazgos políticos y las autoridades constitucionales) está tomando posiciones políticas y de seguridad estratégicas en el país, en el Estado caribe, y en otros ganados por la causa de la regeneración nacional.