La última palabra
Por Jorge A. Martínez Lugo
• Que no se nos pase el tren, como ya se le pasó a la Universidad de Quintana Roo.
• La gobernadora Mara Lezama anunció ambos programas en dos mañaneras del presidente AMLO, para aprovechar los paraderos y estaciones.
En dos conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, la gobernadora Mara Lezama Espinosa anunció por separado dos proyectos estratégicos para que Quintana Roo se suba al Tren Maya.
Para que a su gobierno no se le pase el tren, como es el caso de la Universidad de Quintana Roo, que no tiene proyecto alineado a la mega obra de infraestructura que cambiará la fisonomía laboral, técnica y profesional en toda la península.
Como hemos abordado en este espacio, a la Uqroo se le pasó el Tren Maya porque no está presente, como sí lo están otras universidades de los Estados vecinos; sus directivos dejaron de cumplir su tarea; el rector se va, sin lograr vincular a la universidad, estudiantes y egresados, con los planes de construcción y operación del Tren Maya.
COOPERATIVAS PARA PRODUCIR Y MERCADOS PARA VENDER
En el caso del gobierno del Estado, la gobernadora realizó los pasados lunes 8 y 15 de mayo, el anuncio de dos proyectos vinculados al Tren Maya: primero, el de apoyo a cooperativas de producción y comercialización, priorizando a las organizaciones de mujeres y, segundo, el proyecto de Mercado del Bienestar Maya.
El primero ofrecerá capacitación, recursos y créditos a organizaciones de mujeres artesanas y otros productos y servicios, pensando en su comercialización en las estaciones y paraderos del Tren Maya en Quintana Roo.
El segundo proyecto es el de Mercados del Bienestar Maya, estrechamente vinculado al primero; espacios culturales y comerciales a lo largo del paso del tren, para que la derrama se de directamente hacia abajo y hacia las familias de las comunidades.
Estos proyectos en teoría tienen alta pertinencia y pueden convertirse en dos motores de generación de riqueza social, siempre y cuando lo protejan de la corrupción y de la delincuencia de pago de piso.
La organización de la producción artesanal y de alimentos, como hortalizas, verduras y frutas, a pesar de su gran potencial, no se ha logrado consolidar en ningún sexenio, a pesar de los esfuerzos que se hacen cada vez que comienza un nuevo gobierno.
Siempre se ha anunciado, que “ahora sí” se va apoyar la organización de cooperativas de artesanías, conservas y productos del campo, pero enseguida se han olvidado y abandonado a los brazos de la corrupción y la ineficiencia.
Ambos programas no son novedosos, pero ahora tienen una mayor pertinencia; es más, no se pueden dejar de hacer; se les debe brindar un tiempo de invernación para garantizar su desarrollo y consolidación, para que alcance los beneficios que se esperan.
No es suficiente el solo anuncio oficial para garantizar el éxito de dichos programas.
Es necesario imprimirle la mayor voluntad política, darle seguimiento y evaluación permanente, para que la producción y comercialización de artesanías, conservas y productos del campo, generen riqueza a las familias que apuestan al gran proyecto del Tren Maya.
Ojalá y aprendamos la lección. Todos esperamos que con el Tren Maya no pase lo del turismo en Quintana Roo, cuyo modelo se agotó y ahora es generador de pobreza y asentamientos de miseria que rodean a nuestros flamantes polos turísticos de clase mundial.
Las condiciones están dadas para la producción y comercialización de artesanías, conservas y productos del campo, con una visión cultural y comercial, al paso del Tren Maya.
No habrá pretexto para el fracaso ni para que estos programas terminen en el abandono, como ha sucedido sexenio tras sexenio en Quintana Roo.
Nuestro vecino Yucatán nos lleva muchas décadas de ventaja en esta materia y mucho tendremos que aprender de ellos, para replicar el éxito en Quintana Roo. Usted tiene la última palabra.