
Signos
La declaración de Claudia tendría que hacerse realidad. La coincidencia con Trump sobre el tema sería muy exitoso y productivo. La lógica de que no se exterminarán el narcoterror, la inseguridad y la impunidad que protege al crimen organizado mientras no se acabe, asimismo, con los narcopolíticos, narcofuncionarios, narcogobernantes, narcoLegisladores, narcoRegidores, narcoFiscales, narcopolicías, narcointegrantes de los Tribunales de Justicia y narcofuncionarios de todos los Poderes republicanos, es una lógica básica y sin medianías. Son las instituciones públicas corrompidas las que amparan la complicidad, la tolerancia y los negocios criminales de las autoridades con los delincuentes. Trump ha dicho que le placería que, como a cualquier narco, se investigara en México a todo representante de la autoridad del Estado sospechoso de tener vínculos con el ‘narco’. Claudia ha dicho que eso correspondería en México a la Fiscalía General de la República. No ha dicho que no y parece estar de acuerdo con Trump. Y en realidad debería acordarse y convenirse, si es que no está ocurriendo ahora, que la colaboración bilateral con Washington incluyese una operación convergente de investigación de todas las autoridades políticas, policiales, fiscales y jurisdiccionales del país donde hubiese presencia y actividad de cualquier tipo del crimen organizado. Y que mientras no se limpiaran los establos de las Fiscalías locales y los tribunales mexicanos, los imputados más peligrosos detenidos como exrepresentantes populares y de cualquier autoridad asociados con la delincuencia organizada fuesen entregados a los Estados Unidos previo armado contra ellos, por supuesto, de una causa punible allá.
SM