En Puerto Morelos, no sólo la presidenta municipal Laura Fernández Piña es arrastrada por la avaricia. Su Cabildo, con excepción de unos cuantos integrantes que no comulgan con el PVEM y el PRI, también ha sido cómplice de los negocios que la alcaldesa ha amarrado para ejercer obras que los ciudadanos han calificado de inútiles, como es la remodelación del Casco Antiguo de la cabecera municipal, en la que se gastarán 19 millones de pesos. Y es precisamente en el sector de obra pública donde los números no cuadran. Recientemente se aprobó una modificación al Programa de Inversión Anual (PIA) 2020 para destinar cerca de 50 millones de pesos a trabajos que, aseguran, transformarán la imagen de Puerto Morelos y mejorarán la calidad de vida de su gente. Sin embargo, se han denunciado diversas irregularidades, empezando porque el Comité de Contraloría que se encargará de vigilar dichas obras está conformado por lideresas de los partidos antes citados. De esa manera, trabajos tan sencillos como tapar un hueco en el pavimento son facturados hasta en 125 mil pesos. Y aunque algunos regidores han pedido explicaciones acerca de en qué se está gastando el dinero de los contribuyentes, éstos son excluidos para impedir que salga a la luz la corrupción que impera en el Ayuntamiento.
Javier Ramírez
El 17 de abril de este año, la Secretaría General del Ayuntamiento citó a los integrantes del Cabildo para llevar a cabo la Trigésima Séptima Sesión Ordinaria en la que se daría la lectura, discusión y aprobación del Programa de Inversión Anual (PIA) correspondiente a los ejercicios fiscales 2019 y 2020, así como la Cuenta Pública 2019.
Sin embargo, en el documento que se hizo llegar a los regidores, se omitió anexar información necesaria sobre los acuerdos alcanzados para aprobar tanto los PIA como la Cuenta Pública. Cuando la edil Yazmín Vivas intentó transmitir en vivo la sesión para dar a conocer los pormenores de la sesión, la alcaldesa Laura Fernández de inmediato ordenó a sus subalternos que se lo impidieran.
Y así, con total falta de transparencia y presentando información escueta, se aprobó por mayoría una Cuenta Pública con marcadas diferencias, destacando un incremento de más de 31 millones de pesos por concepto de Servicios Personales, mientras que Inversión Pública tuvo un recorte de más de millón y medio de pesos.
Cuenta Pública no cuadra
En entrevista para Estosdías, la regidora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Yazmín del Carmen Vivas Medina, platicó acerca de las irregularidades encontradas en la referida Cuenta Pública.
Y es que si bien durante el Ejercicio Fiscal 2019 el Municipio de Puerto Morelos ingresó un total de 496 millones 966 mil 084.32 pesos -lo que significó un incremento de 118 millones 082 mil 626.32 pesos a lo que originalmente se había presupuestado como ingresos, gracias a sustanciales aumentos en conceptos del pago de Derechos, Productos e Ingresos Derivados de Financiamientos-, el presupuesto ejercido terminó siendo de 496 millones 901 mil 562.49 pesos, lo que arrojó una diferencia de 64 millones 521.51 pesos, los cuales no fueron destinados a ningún rubro.
De acuerdo con documentos facilitados por la regidora, el Presupuesto de Egresos del Municipio arrojó varias irregularidades, empezando por el hecho de que el concepto de Gastos Personales se incrementó en más del 16 por ciento, al quedar en 226 millones 316 mil 265.49 pesos, cuando se habían presupuestado originalmente 194 millones 869 mil 921.42 pesos, es decir, se destinaron otros 31 millones 446 mil 344.07 pesos al pago de gasolina, alimentos y alquileres diversos de regidores y jefes de área.
Servicios Generales también tuvo un aumento de 63.40 por ciento, al pasar de 95 millones 054 mil 014.27 pesos a 155 millones 318 mil 500.39 pesos, es decir, recibió 60 millones 264 mil 486.12 pesos, convirtiéndose en el concepto al que más gasto se dedicó.
Sin embargo, la Inversión Pública, rubro que la alcaldesa Laura Fernández presume como el que más dinero recibe, descendió un millón 684 mil 248.20 pesos, al pasar de 26 millones 463 mil 732.48 pesos a 24 millones 779 mil 484.28 pesos.
Aun así la deuda pública aumentó de cero a 20 millones 279 mil 745.87 pesos, a pesar de la diferencia entre los ingresos recibidos y el presupuesto ejercido.
Cuando Vivas Medina pidió una explicación del por qué existe una diferencia de más de 64 millones de pesos en la Cuenta Pública, solamente le indicaron que una parte se había destinado al supuesto pago de 12 millones de pesos por estimaciones de la obra de remodelación del Casco Antiguo, misma en la que hasta el momento no se ha hecho trabajo alguno.
Obras sin transparencia
La regidora asegura que también en el Programa de Inversión Anual hay inconsistencias, al incluir pagos de hasta 125 mil pesos por reparaciones de calles hechas al pavor. Aun así, el pasado mes de junio el Cabildo aprobó una modificación al PIA para destinar alrededor de 50 millones de pesos para la construcción de más de tres mil metros cuadrados de banqueta y más de 500 metros lineales de guarnición en la Supermanzana 17.
La alcaldesa apuntó que la ampliación se pudo lograr a pesar de la pandemia, y que los trabajos “impactarán” en la vida de las familias portomorelenses que durante años han anhelado el mejoramiento de su entorno.
Vivas Medina señala además que el Comité de Contraloría que se encargará de verificar los referidos trabajos está conformado por lideresas afines a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) y que por lo tanto sólo rendirán cuentas a la munícipe y sus cómplices.
Desvíos y recortes
Laura Fernández Piña, quien durante su primer periodo en el Gobierno municipal incrementó las tablas catastrales hasta 300 veces más para poder embargar terrenos baldíos que rápidamente fueron vendidos a precios exorbitantes, ha mantenido un fuerte rezago en infraestructura urbana y social. Además, ha beneficiado con contratos a la empresa jalisciense Mexiled, S.A. de C.V., propiedad de su esposo Carlos Alberto Moyano Menchaca, para la presunta modernización del alumbrado público en el primer cuadro de la cabecera municipal.
Y mientras la alcaldesa continúa trabajando en la opacidad, en el Palacio Municipal los trabajadores denuncian que les han reducido su sueldo a la mitad, sin proporcionarles el correspondiente recibo. De igual manera, los directores de área son obligados a “donar” la mitad de su salario, sin que hasta el momento se haya informado a qué se destina todo el dinero recaudado, puesto que ni siquiera hay apoyos a la población por parte de la Comuna.
Pero no pasa nada..