Signos
Por Salvador Montenegro
Bueno, es bien sabido que el turístico no es uno de los sectores importantes para el actual Presidente mexicano -quien hizo polvo sus dispendiosos fondos de promoción-, y que las relaciones turísticas en las entidades turísticas dependen de los gobernadores de esas entidades, que las usan para pasear a todo lujo por el mundo con cargo al erario.
De modo que hacer del actual gobernador de Quintana Roo el próximo titular federal del ramo sería, más que la gran cosa, crearle un ruido innecesario a su sucesora, cuando de lo que se trata es de hacer sentir bien a ambos porque así conviene a los intereses particulares del jefe máximo.
La Embajada en Canadá, en cambio, es superior a cualquier Consulado en el mundo y es la segunda más importante en el orden continental, con el relieve complementario de las relaciones comerciales regidas por el tratado norteamericano vigente.
Y acaso el cambio en esa representación diplomática no sea del agrado del Canciller, quien podría pensar que un premio a la medida del gobernador caribe saliente en el Servicio Exterior hubiese muy bien bastado con enviarlo al otro lado de la frontera internacional de la entidad que ha gobernado, y que Canadá le quedará muy grande a menos, claro, que también se trate de fastidiarlo a él, al Canciller (a quien ya le han hacho saber que no lo quieren como candidato de su partido o del jefe máximo para la sucesión del veinticuatro), o que el merecimiento y la gratitud presidenciales son, en realidad, en este caso, de alta prioridad, o que las relaciones con los principales socios de México le importan al Jefe del Estado lo mismo que las que se tienen con otros países en el mundo a donde ha enviado a faranduleros y políticos de tercer o cuarto pelo y sin el menor perfil internacionalista, o que quieran al todavía gobernador como mero emisario de florero, o lo que sea…
Lo cierto es que la Sectur -como ha sido el Fonatur- no es un organismo que importe mayor cosa al presente titular del Ejecutivo Federal, y que Canadá, en cambio, es un país estratégico para los intereses mexicanos.
SM