Entre la pandemia y la corrupción municipal, Mara no puede ni con el problema de la basura

ENMEDIO DE LA PESTE Y LA REACTIVACIÓN TURÍSTICA, CANCÚN SE LLENA DE BASURA POR FALTA DE GOBIERNO Y ALTA TOLERANCIA A LA CORRUPCIÓN

Javier Ramírez

A principios de este año, los cancunenses sufrieron un alza de 400 por ciento en el servicio de recoja de basura, de lo cual la presidenta municipal Mara Lezama intentó lavarse las manos asegurando que se había tratado de una equivocación en el tabulador. Los precios se ajustaron y el asunto se olvidó.

Sin embargo, los ciudadanos de Cancún están volviendo a sufrir las consecuencias del pésimo trabajo por parte de Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol), organismo descentralizado de la Comuna que supervisa y paga directamente a Intelligencia México S.A. de C.V., la empresa que mantiene la concesión de la recoja de desperdicios en ese Municipio, pues el servicio quedó semiparalizado por falta de personal, lo que ocasionó que al menos 90 supermanzanasfuesen inundadas de desechos durante varias semanas, los días más críticos de la pandemia y del contexto para reiniciar las actividades turísticas y económicas suspendidas para enfrentar la contingencia.

Ahora la directiva deSiresol está a punto de ser llamada a rendir cuentas en el Congreso del Estado, mientras que el Ayuntamiento presidido por Lezamasigue erogando casi 13 millones de pesos al mes a Intelligencia México por el servicio.

Reclamo ciudadano

En las últimas semanas de junio los cancunenses denunciaron en redes sociales que la basura había comenzado a acumularse frente a sus viviendas, debido a que los camiones recolectores de Siresol y Eco’ox-subsidiaria de Intelligencia México, la empresa encargada de la venta e instalación de contenedores ‘inteligentes’-, no estaban cumpliendo con el servicio de la recoja de los desechos, pese a que en enero pasado la concesionaria había adquirido 15 camiones recolectores por un costo total de 15 millones de pesos y que se sumaron a los 45 que ya operaban en el Municipio.

En esa ocasión, el presidente de la Comisión de Obras y Servicios Públicos del Cabildo, Miguel Ángel Zenteno Cortés, aseguró que con los nuevos camiones podrían levantar las mil 400 toneladas de basura que se generan en Cancún todos los días, y que, además, analizarían la posibilidad de adquirir más vehículos para poner en marcha un programa piloto de recoja de desechos separados en orgánicos e inorgánicos.

Sin embargo, vecinos de diversassupermanzanas y fraccionamientos de la ciudad, como la 228, 234, 248, Villas del Mar Plus y Villas Otoch Paraíso, comenzaron a publicar fotografías de todas las bolsas de basura que llevaban semanas acumulándose frente a sus casas y en las calles, generando, además de malos olores, plagas que estaban comenzando a entrar a las viviendas.

La gente, ya cansada, amenazó con llevar todas las bolsas al Palacio Municipal para que fuesen la munícipe y los regidores quienes se encargaran de ellas.

Sin personal

Ante la presión de la gente y la opinión pública, el coordinador general de Siresol, Antonio de la Torre Chambé, informó que estaban teniendo problemas para prestar el servicio debido a que, por la contingencia sanitaria, habían perdido al 35 por ciento de su personal, al ser empleadosmayores de 60 años o tener alguna enfermedad crónica.

El funcionario aseguró que incrementarían los esfuerzos mediante la atención de 87 rutas fijas y operativos especiales, pero también hizo hincapié en que, con la pandemia, se había registrado un incremento de 30 por ciento en la cantidad de basura generada por casa, lo que retrasaba aún más su recoja. Aun así, dijo, estarían pendientes de los trabajos que realizara la empresa concesionaria, exhortándola a incrementar su flotilla de camiones.

Sólo ante esa oleada de críticas, la alcaldesa Mara Lezama ordenó iniciar un programa emergente y puso en marcha una flotilla de 90 camiones del Ayuntamiento para apoyar a Siresol en la recoja de desechos.

“Quiero dejar muy en claro que el servicio de la recoja de basura es una concesión y nosotros tenemos que ser vigilantes de que trabajen como deben de trabajar.Hay atrasos en las rutas recolectoras, algunos por falta de personal de acuerdo a lo que nos ha dicho la concesionaria. Estamos en una presión constante”, aseveró la munícipe.

Excesivos beneficios a la concesionaria

El diputado por el III Distrito local, WilbertBatúnChulim, del Morena, escuchó las peticiones de los afectados y anunció que llamarían a comparecer a los responsables de Siresol ante el Congreso para explicar los motivos del mal servicio que prestaban, pues se regíanbajo un contrato de concesión por el que seguían cobrando, independientemente de la contingencia por el Covid-19.

Afirmó que buscarían que se sancionase a la empresa concesionaria por incumplimiento en lo que se definía la revocación de la concesión.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Benito Juárez estaría imposibilitado de cancelar dicha concesión ala empresa Intelligencia México S.A. de C.V., pues el contrato -al que tuvo acceso el portal de noticiasNoticaribe en septiembre del año pasado-, y que fue aprobado en sesión ordinaria del Cabildo -encabezado por Remberto Estrada Barba- el 15 de mayo de 2017, establece una duración de 20 años, y que en caso de revocación, imputable o no a la empresa, esta recibirá una indemnización de unos 2 mil 800 millones de pesos, es decir casi dos terceras partes del presupuesto anual de la Comuna, que es de alrededor de 4 mil millones.

Asimismo, el contrato de la concesionaria, que inició el 1 de enero de 2018 y concluirá el 31 de diciembre de 2037, determina que recibirá de la Comuna unos 12 millones 391 mil pesos -más IVA- al mes para la recolección de basura.

El compromiso está escrito de tal manera que parece a todas luces un contubernio entre la autoridad que en su momento lo suscribió y la empresa beneficiaria de la trampa, puesto que se advierte a leguas el dolo en contra del Municipio y en favor de la sociedad de intereses entre su presidencia y la de la concesionaria, lo que debiera dar lugar a una investigación en torno a dicho conflicto de interés de parte de la primera.

Dicho trato criminal limita al Cabildo en caso de que pretenda revocarlo, pues para proceder la Comuna tendría que estar al corriente con sus pagos a la empresa, en cuyo caso esta última usaría su derecho a impugnar el procedimiento de revocación ante un tribunal. Yaun así, en lo que el tribunal toma una decisión queda suspendida la revocación y la empresa puede continuar dando servicio y cobrando al Ayuntamiento.

El contrato, pues, es un sumario de abusos en contra del Ayuntamiento y de los ciudadanos, y resulta inconcebible que tal atrocidad no haya sido llevada al tribunal legislativo para su procedencia política, el encausamiento de los culpables, y el seguimiento judicial consecuente. Porque arbitrariedades leguleyas del tipo contra el interés público puedenintentarse siempre que la oportunidad les llegue a los delincuentes que asumen el poder, pero si la autoridad que las hereda no mueve un dedo para ajustar cuentas con el Estado de derecho, entonces será cómplice y deberá, a su vez, responder por los negocios sucios de su predecesora.

Alcaldesa simuladora

No es la primera vez que Mara Lezama intenta lavarse las manos en un caso que involucra a la recoja de basura, pues en los primeros días de este año, cuando la tarifa por la recoja de la misma aumentó en 400 por ciento, salió a decir que se debió a “problemas de algoritmo que generaron errores en cobros por dicho servicio”, para luego asegurar que el problema no fue del Cabildo sino del Congreso del Estado que autorizó el aumento sin consultarlo. A esta polémica se sumó un nuevo cobro por concepto de uso de contenedores ‘inteligentes’ operados por la empresa Eco’ox, perteneciente a Intelligencia México, de lo que Mara también acusó a los legisladores locales.

Unas semanas después, el diputado José de la Peña Ruiz de Chávez desmintió a los regidores de Benito Juárez indicando que dichos puntos fueron propuestos por el Ayuntamiento de Benito Juárez y que los diputados incluso redujeron los aumentos de entre 400 y 700 por ciento en los cobros de basura propuestos por el Cabildo.

Finalmente, a Lezama no le quedó de otra que reconocer que el reglamento de Siresol sí prevé el uso de contenedores inteligentes, expresando que “también debe de tomar en cuenta la ciudadanía que la basura en las calles nos genera un gran problema, llega al final de cuenta a los pozos de absorción, a las interconexiones, a las ‘bocas de tormenta’, y que a su vez nos genera un sinfín de inundaciones y encharcamientos”.

La munícipe aclaró que el cobro de los contenedores no era para la ciudadanía en general sino para los comerciantes. Al final los cobros no aumentaron, lo que demostró que la alcaldesa no está lista para enfrentar a una sociedad que evidencia la corrupción.

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