Episodios de la verde rufianería

El minotauro

Por Nicolás Durán de la Sierra

Imbuido por el espíritu navideño propio de estas fechas, este comentario no busca zaherir a persona alguna, ni mucho menos burlarse de ella o, en este caso, de ellas. Se trata sólo de solicitarles a Laura Fernández, la exalcaldesa de Puerto Morelos, y a Juan Carrillo, exedil de Isla Mujeres, que se hagan cargo de la ruina en que dejaron ambos Municipios.

No es cándida la petición pues, muy en el fondo, en las honduras de ambos, creo que saben que hicieron mal y que el dinero negro ensucia y ellos, de seguro, buscan tener una buena imagen. Un gesto de honradez suya le quitaría base a los rumores que dicen que mercaron las diputaciones federales de que hoy gozan sólo para cubrirse con el relativo fuero que estas les dan.

Creo que a la Laura Fernández le duele la situación que sufre Blanca Merari, la nueva edil porteña quien, con las arcas municipales vacías, debe enfrentar pasivos inmediatos por 160 millones de pesos, sin contar con dos créditos a 20 años que suman mil 200 millones de pesos, con cuotas de 60 millones al mes, y sin incluir deudas menores con proveedores; sólo lo grueso.

Por estas congojas es que a la señora Merari, pupila de Laura Fernández, se le ocurrió -se anota en la minuta de la quinta sesión del cabildo- incluir una propuesta para endeudar más a la alcaldía ahora por 24 millones de pesos. La propuesta no prosperó porque no supo explicar a los regidores en qué se usaría el crédito. Es que, sabe usted, es el primer cargo público que tiene.

Juan Carrillo, a su vez, es el más proclive a aceptar sus yerros y no por las órdenes de arresto en su contra, no, sino por su honradez, y el que Atenea Gómez, la nueva edil de Isla Mujeres, prepare más denuncias en su contra por robo, no debe inquietarle, que su virtud lo defiende. Arriaron hasta con el papel sanitario, dicen los isleños, pero eso ha de ser una mera falsedad…

Así, con el aroma decembrino por doquier, creo que los exediles recapacitarán y se harán cargo de la quiebra en que se hallan las alcaldías por las que pasaron. Como no dijo Scrooge, el célebre personaje de “Cuento de Navidad” de Dickens: el “Niño Verde”, su patrón, no es para siempre. Confío en que les duela la pobreza a la que condenaron a esos dos Municipios. Viene Navidad.

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